MARATÓN 3/3
Perdón, no debí de decir eso, de verdad, perdón -trata de tocarme pero me hago hacia atrás-
Lo que más me duele es que si lo piensas -niega-
No, amor, de verdad no, yo amo la mujer que eres -dice desesperado-
Pues no parece -digo molesta-
Solo estoy cansado de que me trates mal porque estás estresada con la boda y tú trabajo -lo miro con pena-
Estamos demasiado estresados los dos, no es ni siquiera buen momento para que hablemos porque decimos estupideces -digo tratando de irme pero me detiene-
No amor, ya habíamos prometido que arreglaríamos nuestros problemas como adultos, no podemos dejar las cosas para después -dice abrazándome, me dejo porque sé que es justamente lo que necesito-
Perdón mi bebito, de verdad, siento que nada sale y la boda está a la vuelta de la esquina, aparte me siento súper mal porque desde que regresamos de Cancún cada que nos vemos es prácticamente tener sexo y correr porque tenemos cosas que hacer -hago un puchero-
No me quejo del sexo la verdad -dice quitado de la pena, le pego porque hablo muy fuerte- de hecho, parte de mi frustración es que tengo una sorpresa para ti pero ni siquiera he podido mostrártela porque siempre estás ocupada
Pues muéstramela ahora -sonrió-
Jimena están nuestras mamás aquí, no seas grosera -me río-
Eres un tarado Gabriel, la sorpresa -digo obvia-
Ah, pero tenemos que salir de la casa -asiento-
Puedo ver cosas en el camino -automáticamente lo veo sentarse para ponerse los zapatos-
Bajamos juntos, nuestras mamás están en el comedor discutiendo un tema de la asignación de lugares ya que ellas nos están ayudando al menos en lo que respecta a la familia; tomo mis cosas, les avisamos que volvemos en un rato y salimos hacia las camionetas.
Cuando vamos en camino lo veo sonreír, está vez va atrás conmigo mientras que adelante van Alex y Leo, miro mi lista y decidido compartir el momento con él.
Tenemos la fecha de la boda -digo palomeando-
El lugar, ya sabemos en que parte serán las ceremonias y lo de la recepción -dice esta vez, palomeo-
Lista de invitados lista -digo sonriendo pues en realidad si hay cosas ya solucionadas-
Los anillos ya están, ¿esos quienes nos los van a entregar? -pregunta mirándome-
Tu tía Patricia y su esposo -él asiente- pero ya los compramos nosotros -le recuerdo al ver su cara paniqueada-
Ves, si hemos avanzado -asiento-
Pero aún falta, mira por mis damas ni me estoy preocupando, que hagan lo que quieran -él se ríe-
De la decoración se encargan los del hotel y los floristas -dice mi novio, amo que este tan involucrado-
¿Quiénes serán sus testigos en la iglesia? -pregunta Victor-
Es verdad Gabo, eso no lo teníamos, gracias Vic -él se ríe mientras sigue manejando-
¿Cuántos ocupamos? -pregunta mi novio-
En la iglesia dos, en el civil cuatro -lo miro preocupada-
Fácil, de la iglesia elijo a Nata -todos nos reímos-
Si irá, está sentenciado -dice callándonos-
A ver si no se quema la iglesia -digo riendo y él me gira los ojos- por mi lado será Gerardo