Reconciliación y Diario

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Estaba destrozado, ahora sabía todo lo que había sufrido su Betty con el plan de Calderón y suyo. Encima, algo que lo hacía querer morirse era saber que Betty estaba enamorada mucho antes que él y Calderón planearan esa maldita forma de asegurarse la empresa. 

Ahora había echado a las trompadas al que fue alguna vez su amigo, y es que "él no se metía con lo sagrado y Betty, para mí, es sagrada". Ahora estaba continuando su lectura del diario de ella, sabiendo que profanaba la intimidad de ella, pero necesitaba llegar al ahora, saber si algo del amor que ella le tenía seguía ahí. 

Afuera de la oficina, Aura María le hacía caso a las instrucciones de Armando y llamaba a Betty.

-Aló?- respondió el teléfono Beatriz.

-Betty, mija, que bueno que contesta! No sabe todo lo que está pasando aquí! Pero lo más importante es que don Armando quiere comunicarse con usted.- le explicaba la muchacha, teniendo al cuartel a la expectativa.

-Pero, sabe para qué? Pasó algo referido a la empresa? Estoy con Michel en mi casa, dígame si es importante.- dijo mientras echaba un vistazo a la sala de estar, donde estaban don Hermes y un francés.

Quizá fue por puro instinto o porque le apenó Armando, pero le respondió.

-Sí, mija. Es importante, ahora paso la llamada a la oficina del doctor, si?- dijo mientras la emoción la embargaba.

-Está bien.- dijo resignada.

Aura María llama a la oficina del doctor.

-Doctor, ahora le paso con Betty!

-En serio Aura María?- él pensaba que Betty jamás lo llamaría, aunque pidió que lo comunicaran con ella.- Pásemela urgentemente!

Le pasan la llamada...

-Aló doctor? Me dijo Aura María que me necesitaba urgentemente, qué pasó?

-Betty, mi vida! Necesito hablar con usted urgentemente, en persona, podrá ser?- dijo angustiado.

-Ahora? No puede ser mañana, doctor? Es que estoy con Michel en mí casa...-

-Sí, ahora, sino iré a su casa, Beatriz.- dijo al borde de irse al barrio de Palermo.

-No, no, doctor! Cómo se le ocurre?- suspiró pesadamente- está bien, ahora mismo iré a la empresa.- dijo resignada.

-Sí, si! Venga Beatriz!- dijo feliz.

Cortaron la comunicación y Armando se arregló un poco, se puso su loción y continuó con su lectura, ya estaba en las últimas páginas.

Por otra parte, Betty suspiró resignada y se fue al comedor.

-Michel, papá, lo siento pero debo irme a la empresa, ocurrió una emergencia. Michel, lo llevo a su hotel, discúlpeme, pero surgió esto y es de suma importancia.- explicó.

-No se preocupe, Betty, pero piense en la propuesta que le he hecho y mañana deme una respuesta. Yo me marcho en el vuelo del mediodía.- explicó el francés.

Luego de varias palabras, se marcharon. Betty dejó a Michel en su hotel, todo correctísimo, y se marchó a la empresa. Al llegar, deja el auto frente a la empresa, saluda a Wilson, y se sube al ascensor. Al llegar a la planta ejecutiva todas las secretarias se arremolinan entorno a Betty.

-Betty! No sabe, Don Armando se ha vuelto loco, echó a las patadas de la empresa a Mario Calderón mientras le decía literalmente "yo he sufrido un infierno, al menos tengo el alma ardiendo por la culpa" refiriéndose a lo que pasó entre ustedes, creemos nosotras. Y ahora está con dele gritar con comunicarse con usted...-explicó Aura María.

-Mejor iré a ver qué ha ocurrido, ya vengo muchachas...- dijo intrigada, pero en el fondo feliz de que Calderón haya desaparecido de sus vidas.

Toca la puerta e inmediatamente le dicen "pase". Al entrar ve la oficina media rara, como si la hubieran dado vuelta y tratado de arreglar rápidamente, pero no le presta atención, ya que lo que más le llama la atención es el estado en el que está Armando, con los ojos rojos, parecido a después de llorar, sin la chaqueta y medio despeinado. Decide salir de sus pensamientos y averiguar para qué necesitaba tanto su presencia.

-Doctor, qué pasó? Para qué me necesitaba con tanta urgencia?- le dijo mientras de ponía enfrente de él, que estaba sentado del otro lado del escritorio.

-La necesitaba a usted...vea Betty, por favor, no me interrumpa y escúcheme hasta que acabe...-suspiró- lamento demasiado el daño que le hice, lamento haberle hecho tanto daño a un ángel caído del cielo, vea, si fuese por mí, todo el dolor que le causé lo hubiera evitado, pero ¿sabe? sin ese malísimo plan yo no me hubiera enamorado de usted como lo estoy ahora. Todo el mundo creyó que estuve con Alejandra, y le quiero aclarar algo, desde que estuve con usted el día de su cumpleaños nunca más tuve intimidad con otra mujer que no sea usted. Me equivoqué con Alejandra, al mostrarme tan confianzudo con ella, dando signos de algo que no pasó ni pasará. Vea, Beatriz, yo la amo, la amo como ningún hombre la amará, si me da tan solo una oportunidad, le demostraré que la puedo mimar, amar, mañosear, y todo lo que usted quiera y desee. Michel nunca podrá darle lo que usted quiere, por el simple hecho de que no lo ama y no soy yo.- dijo mirándola profundamente.

-Doctor, qué le hace pensar que yo lo sigo amando?-

-El corazón es un traidor que sigue latiendo cuando lo vé- le muestra el diario a una estupefacta Betty- no quise profanar su intimidad, pero quería saber si quedaba algo del amor que me dió, y le juro que padecí cada página, al saber que usted me amaba mucho antes de ese plan, pero le prometo, que si me da una oportunidad, seremos felices, muy felices.-

-Pero cómo se atreve?- le arrebata el diario de la mano- no le basta con humillarme y burlarse de mí, que ahora lee lo que siento? Me marcho de aquí.

Se dirige a la puerta pero rápidamente Armando la sostiene, la da vuelta y le agarra los brazos, agitándola un poco le dice.

-No, usted no se va, conmigo puede ser feliz, le daré lo que sea, amor, felicidad, dinero, todo lo que quiera, yo solo quiero una oportunidad, un beso suyo...la amo, me oyó, la amo!- le dijo mirándola a los ojos.

Ambos se mostraban vulnerables, ya no habían máscaras ni mentiras, estaban frente a frente con la verdad.

-Pero tengo miedo...- confiesa la mujer.

-No tenga miedo, le prometo que no la dañaré de nuevo...la amo-

Sus miradas se cruzan y lentamente se acercan, juntan sus bocas y lentamente comienzan ese baile donde el amor triunfa. Entre los besos Betty susurraba.

-Esto...esto no está bien...- dijo angustiada.

-Sí, si está bien, es lo mejor mi vida...- dijo mientras seguía besándola y agarrándola del cuello sensualmente.

-Yo...yo...lo...amo- dijo tímidamente mientras continuaban los besos.

Armando se puso feliz, solo necesitaba esas palabras...el beso continuó hasta que el aire se les acabó, se quedan mirándose y justo en ese momento entra Marcela a la oficina, solo para decirle algo a Betty.

-Beatriz, no se sienta presionada por el pacto, lo rompo, ya no existe, solo cuide de Armando, si? No le puedo pedir que cumpla un pacto que le hice jurar si Armando nunca fue mío...- y con toda la dignidad posible, se marcha con la simpar de la peliteñida.

Ambos se miran y se dan un pico.

-De qué pacto hablaba?- le dijo mientras la abrazaba de la cintura y besaba su cuello.

-Mmm, luego le contaré...- le dijo a su enamorado.

-Quieres que vayamos a algún lugar? Te extraño demasiado...- le dijo mientras le resfregaba su intimidad.

-Vamos...-

Ambos se marcharon, frente a los ojos de las secretarias que no entendían nada.

Por supuesto que no volvieron en el resto del día, ya que fueron al departamento de él a reencontrarse en cuerpo y alma, donde luego aclararon lo que había quedado. Obvio que al día siguiente deberían de dar las correctas explicaciones al cuartel, que ya lo sospechaba, y a la familia de ella, ya que esa noche, no dormiría en casa.

FIN

Que tul?


𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora