𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂

¿50 sombras?

Las muchachas le habían aconsejado que viera la película de 50 sombras de Grey. Sabía que su marido era apasionado, pero a veces sentía que ella debía de hacer más para poder satisfacerlo, teniendo en cuenta todo el recorrido de mujeres que tuvo a lo largo de su vida. Por eso, pidiéndole consejo a las solteras del cuartel, quienes eran las más alocadas, ésta le dijeron que podría ver esa película, y tener en cuenta eso que se mostraba.

Así que, esa tarde salió antes del trabajo para ir a su casa y verla a solas, le dijo a su marido que estaba medio indispuesta, y prometiéndole que lo llamaría por cualquier cosa, se marchó. Empezó a ver la película pero cuando vino la parte de los juegos de roles, le gustó...pero...no se creía capaz, no sabe si le gustaría a su marido, si lo haría bien, además, tanta violencia no le gustaba...se empezó a sentir mal de pensar en que ella no podría satisfacer las necesidades sexuales de su marido. Luego de terminar la película, se tapó los ojos y lloró, por no saber qué hacer, y le daba vergüenza hablarlo con su marido. Justo en ese momento, donde ella se estaba hundiendo en los más profundos sentimientos, entra él, quien había salido media hora antes para ver cómo estaba su mujer. Al entrar a la habitación ve la televisión en los créditos de una película y a ella llorando desconsoladamente. Rápidamente se acercó y destapó su cara, poniéndola entre sus manos y haciéndola ver a los ojos a su marido.

-Ey, qué pasó? Qué te tiene así?- le dijo dulcemente.

-Perdóname, yo- no sabía como decirlo...- yo no me creo capaz, no me gustaría, perdóname por no poder satisfacerte, por no poder hacerte un hombre feliz.-

Armando se quedó estupefacto. ¿Qué estaba hablando su mujer?

-Amor, explícate. No debo perdonarte nada, tu me haces un hombre feliz y soy plenamente satisfecho a tu lado.- le dijo mirándola a los ojos con todo el amor del que le era capaz trasmitirle.

-Yo estuve hablando con las muchachas...sobre que me daba cosa no poder satisfacerte...en la cama...me dijeron que vea esta película y que de ahí puedo sacar ideas...pero yo no soy capaz...no me gusta, no quiero...y sé que has tenido muchas experiencias...y me da pena no poder igualarme o superarme como esas mujeres...- le dijo entre hipidos y rompiendo el llanto.

-Vida mía, has sufrido en silencio cuando me pudiste haber dicho directamente a mí qué te afectaba...que sea la última vez que recurres a las muchachas por algo que podemos hablar ambos, o que ni siquiera me has comentado. No sé qué habrás visto, pero quiero que sepas que contigo hacer el amor es una experiencia sublime, ya sea dulce o apasionado, lento o rápido, contigo siempre es muchísimo mejor, tú eres mucho mejor que esas mujeres de las que hablas- le dijo abrazándola.

-Perdóname-

-No debo perdonarte nada, soy yo quien se debe de disculpar si te hice sentir que no eras suficiente, o que no me satisfacías, quiero que sepas y que nunca lo olvides que tú eres mucho más que suficiente, y siempre me siento más que satisfecho, tanto que siempre debemos de repetir, porque no me canso de tí- le dice besando su pelo.- Y ahora doctora mounstris, luego de que me dé uno de los besos que siempre me dá, veré contigo la película a ver que es lo que ha visto mí picarona hermosa y para saber exactamente a qué te refieres.- le levanta la cara y la besa, lento, profundo y dulce, como a él le gustaba, como a ella le gustaba, como a ambos les gustaba.

Se separan luego de quedarse sin respiración, él agarra el control remoto de la tv, se acomoda al lado de su mujer y la empieza a ver.
Cada vez que hay una escena de sexo, le aprieta el muslo, como diciéndole "tú lo haces mucho mejor". Al acabar, Armando comprende que se refería a los juegos sexuales rudos y violentos. Se gira y queda arriba de su mujer.

-Contigo siempre ha sido hermoso, apasionado y hasta algo violento, pero nunca te pediría que sufras o algo así por mí propio placer, porque fácilmente no estaría disfrutando si te veo sufrir y no de placer...sí, hay mujeres que lo han hecho conmigo, Marcela incluída, pero nunca me ha encantado, me gusta más cuando nosotros hacemos juegos de roles pasivos, o que lo máximo de violento sea nalgadas...quiero que tengas claro que siempre me gusta estar contigo, y que si algo no te gusta mientras tenemos relaciones, me lo dices, no te aguantes, me lo dices de inmediato y cambiamos la forma. Te amo Beatriz, en todos los sentidos.- la besa y ambos empiezan a amarse, como a ambos les gustaba.

Después de ese día, su relación mejoró muchísimo, ya que tenían más confianza y Betty le contaba qué quería probar y después decirle si le había gustado, pero nunca al grado de lastimarse. Eso Armando jamás lo haría, porque él amaba a su mujer, y nunca le haría sentir dolor.

Usaban juguetes y hacían juegos de roles, pero sabían que se cuidarían primero.

FIN