Siempre te protegeré

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Se sentía incómoda. No le había dicho a su marido, pero sabía que él tarde o temprano se daría cuenta de las actitudes y miradas de ese proveedor.

Ese día estaban en la Sala de Juntas, en la noche seria el lanzamiento. Estaban firmando el contrato de lazos entre las 2 empresas.

En cierto momento, antes de firmar, el tipo, quien se llamaba Esteban, disimuladamente dirige su mano por debajo de la mesa hacia Betty.

Ella al sentir ese toque se levanta de repente.

-Mi amor, qué pasó?- dijo un Armando sorprendido mientras asesinaba con la mirada a ese tipo. Sospechaba que algo le había hecho ya que Betty lo miraba con asco.

-Ehh, nada, porfavor prosigamos.- prefirió guardar silencio.

En un ambiente tenso firmaron el contrato y quedaron para la noche en el desfile.

Al despedirse ambos se van hacia la oficina.

-Amor, qué pas...?- fue interrumpido por un abrazo fuerte de su mujer. Llevó sus manos alrededor de ese cuerpo que tanto amaba y empezó a acariciarle la espalda, en modo protector.- Ey...que pasa mi vida? Ese tipo te hizo algo? Sabes que me lo puedes decir, soy yo, la persona que más te ama en el mundo...dime que pasa...- dijo besando su cabeza y a lo último levantando su cara para verla a los ojos.

-Suspiro- Ese tipo, Esteban, me mira todo el tiempo, incomodándome. Y en la reunión, cuando yo me paré del asiento, fue porque él me había tocado y apretado la pierna...porfavor no me dejes sola hoy en la noche...- dijo mirándolo con el temor en sus ojos. Tenía miedo de ese tipo.

-Pico- Yo te prometo que mientras yo esté con vida nadie te hará daño. Ese cabrón si se pasa contigo de nuevo no la cuenta. No me importa si se rompe el contrato por romperle la cara, prefiero eso a que te haga algo, si? Y la próxima dímelo inmediatamente que ni siquiera dejo que se te acerque, te amo demasiado y lo eres todo para mí.- dijo besando su cuello mientras la abrazaba.

-Gracias por siempre cuidarme, protegerme y apoyarme, te amo- le dijo y ambos se besaron.

Pasó la tarde y el desfile estaba a un par de horas. Todos se fueron a cambiarse a sus casas.

Armando y Betty se bañaron juntos entre caricias y besos. Salieron de la ducha y empezaron a cambiarse, pero Armando tenía un problema, estaba erecto y no podia bajar, pero no tenían tiempo para hacer el amor con su mujer.

-Amor, qué hago?- dijo mirándola mientras le señalaba su miembro.

-Ay amor, no tenemos tiempo, me parece que tendrás que bañarte de nuevo pero con agua caliente...- dijo mientras le besaba el cuello.

-No me provoques que soy capaz de cancelar el desfile porque el ejecutivo Armando Mendoza tuvo una urgencia sexual y amorosa con su mujer, la presidente, Beatriz Pinzón...- dijo mientras le pegaba una nalgada.

-Ojojoj te prometo que cuando volvamos te recompenso con intereses!- dijo mientras le guiñaba el ojo.

-Porfavor estate cambiada que si te veo desnuda no saldremos más- dijo mordiéndose el labio.

-Ojojoj...anda, ve a ducharte!-

Armando fue a la ducha y se puso el agua fría para bajar su excitación. Es que bañarse con su mujer siempre lo excitaba, pero ahora no tenían tiempo para culminar el acto.

Mientras tanto Betty se empezó a cambiar y se puso un vestido azul ajustado en la parte de arriba pero suelto abajo con tacones medianos negros.

Mientras tanto Betty se empezó a cambiar y se puso un vestido azul ajustado en la parte de arriba pero suelto abajo con tacones medianos negros

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