Héroe sin capa

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Entre el cuartel y ella, estaban jugando en el showroom, se ponían ropa de la colección pasada mientras hablaban como señoras de la alta clase, con sombreros grandes y alocados.

La estaban pasando lindo, ya que era viernes y no sabían que hacer entre ellas. Claro que Betty tendría que en un rato despedirse de ellas porque tenía que ir con su marido e hija. De hecho, Armando estaba haciendo tiempo en su oficina, arreglando papeles y charlando amenamente con Mario.

Pero toda esa felicidad y paz se acabó cuando ingresó Hugo Lombardi al taller, pegando un grito por ver sus creaciones en esos cuerpos.

-Ay Inés! Mi valeriana!- exclamó- Pero es que, ¿Qué están haciendo ustedes con mis creaciones, ah? Y usted Beatriz, "la distinguida presidente de Ecomoda", ¿Qué hace? ¿Ah? Acaso ¿No ha escuchado el refrán que dice "aunque la mona se vista de seda, mona se queda"? Pero es que miren esas fachas para la presidente de una empresa! Ese color no le queda, el corte se ve horrendo en usted, las mangas le quedan horribles, pero es que ¡mi creación se ha echado a perder! Y ustedes, cuartel de moscorrofios, sáquense todo ¡ya mismo!. Y usted Beatriz, sáquese todo ya mismo, que me está dañando las retinas!- lo dijo tan rápidamente y con tanto sarcasmo que nadie lo pudo detener.

Betty, quien seguía con problemas de autoestima, se levantó y salió corriendo, cayéndose su sombrero en el acto. Se dirigió a presidencia y se puso a llorar, sentada en el piso y abrazando sus rodillas.

Las muchachas rápidamente se dispersaron, algunas para sacarse lo que tenían puesto, otras para reprender a Hugo y Aura Maria se dirigió a la oficina de Armando. Toca la puerta repetidas veces, y entra.

-¿Qué pasa, Aura María?- cuestiona Armando.

-Ay doctor! Estábamos jugando con las muchachas con ropa de la colección pasada y llegó don Hugo, no sabe las cosas horribles que le dijo a Betty...ahora está encerrada en su oficina y no nos deja pasar!- explicó apresuradamente la muchacha rubia.

-Yo voy a matar a Hugo.- solo dijo eso y se pasó a la oficina de su mujer por el hueco.

Abre la puerta y ve a su mujer sollozando mientras está abrazada a sus rodillas. Apresuradamente se dirige a ella y la abraza.

-Armando?- dijo sacando la cabeza de donde estaba.

-Si mi vida, soy yo, tranquila que estoy aquí, si?- le dijo mientras la abrazaba y besaba su cabeza.

-En serio sigo siendo fea? En serio el mundo no me ve linda? Tú me ves linda?- dijo mientras lo miraba.

Armando la levantó del suelo, la dirigió al sillón, la sentó en sus piernas y mientras tanto le limpiaba el rostro con sus manos.

-Tú nunca fuiste fea, todo el mundo te ve linda, y yo te veo hermosa, la mujer más hermosa de todo el universo, linda, hermosa, apetecible, atractiva...todos los adjetivos bonitos te los llevas tú. Hugo es un estúpido que ya me va a escuchar, pero tú eres lo más lindo que hay en el universo, si? Nunca más dejes que alguien te haga dudar, si te hacen dudar, tú vienes a mí y yo le pego una trompada...- dijo, haciéndola reír a lo último.- Te amo, como seas que estés, te amo, esta ropa -mirándola- te queda hermosa! Y sin ella eres uffff...mi amorrr...- le dijo dándole un pico.

-Gracias, te amo- le dijo antes de enredar sus brazos en él y besarlo lentamente.

Sabía que siempre lo tendría cuando el mundo la haga sentir mal o dudar, Armando sería su héroe sin capa...

FIN

𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora