Amantes 🔥

610 40 2
                                    

Estaba Betty en el hueco, viendo la foto de su Don Armando, estaba peinada con el capul, gafas grandes y ropas anchas, como era ella.
Escuchó unos golpes en la puerta para después ver entrar al hombre que ella amaba, y que estaba segura, él la amaba igual.

-Betty, vamos ya? Marcela no está y podemos irnos por ahí...- dijo Armando mientras la miraba pícaramente.

-Si, doctor...a dónde vamos?- le respondió Betty mientras avanzaba a la salida, siendo pisada en los talones por el hombre.

-Vamos a bailar, a tomar algo y luego podemos ir a...no sé, un lugar más privado- le dijo susurrándole en el oído.

-Está bien! Vamos!- dijo entusiasmada.

-¡Picarona!- le dijo divertido Armando. Salieron y ya los pasillos estaban vacíos, por lo que riendo cómplices se subieron al elevador.

En el elevador, Armando acorraló a Betty contra una de las paredes y poniendo una mano en su cuello, la besa apasionadamente, saboreando su boca, con sus lenguas danzando en conjunto. Una de sus manos se coló por la espalda de ella y le apretó una nalga, haciéndole soltar un jadeo a la muchacha.
El timbre del ascensor los detuvo.

-Vamos picarona- le dijo mientras se dirigían al auto de él.

En el camino Betty puso su cabeza en el hombro de él, estuvieron en silencio pero no uno incómodo, sino uno donde se sentían en paz, relajados. Armando detuvo el auto frente a un bar llamado "Aloha" (sitio inventado por la escritora), donde se podían sentar a beber y comer algo y luego bailar. Armando desciende del auto y le abre la puerta a Betty, entran al sitio y se van a una mesa apartada, piden sus consumiciones: jugo de mora y whisky con una picada de queso, jamón cocido y aceitunas.

-Lo amo doctor- le dijo Betty luego de que el comensal le haya llevado lo que pidieron.
Armando sonrió y poniendo sus manos en la cintura de ella para acercarla a él, le respondió.

-Yo también la amo, mi Betty...- se besaron...

Luego de hablar de temas triviales, entre pícaros besos y palabras, se van a la pista de baile, donde todos ven sorprendido que un hombre tan guapo esté con una mujer tan...fea. Ya acalorados por el sitio en sí y por las muestras de afecto, deciden marcharse. En el camino Betty le besa la oreja y el cuello, mientras él maneja tratando de no caer en la tentación y hacerle el amor apasionadamente en el auto. Llegan a un hotel y en nombre del matrimonio Mendoza, ingresan. Ya en la habitación no aguantan sus ganas y se desvisten, Armando acuesta a Betty y le acaricia los senos, los besa y succiona, haciendo que Betty gima sin contenciones. Baja por el vientre con besos y al encontrarse con su paraíso particular se lo devora, causándole un orgasmo a Betty, el cual bebió todo. Al ver que ya estaban ambos listos, saca un condón de su billetera, se lo pone y penetra a Betty, ambos jadean y gimen al vaivén de movimientos...luego de unos momentos, ambos llegan a la cima. Armando cae rendido en brazos de Betty y mientras trata de recuperar la respiración le dijo.

-Me encantó mi amor...ojalá cuando éramos amantes hubiésemos tenido una experiencia así, y no sabes de lo que me arrepiento de no haber estado más suelto contigo...pero por favor, sé así siempre, extraño cuando eras hasta empalagosa en sitios públicos...- le confiesa Armando mientras le deshace el ya desordenado capul.

-Ay Armando, pero era una pesada...- le dice Betty.

-No, no eras pesada, me encanta, dime cosas bonitas así todo el tiempo que así me siento en las nubes, te amo un montón, con capul o sin capul, con ropas sexys o con ropas anchas, yo te amo igual y eso nada, escúchame bien, nada lo cambiará.- le dijo y la besó.

-Te amo mi amor...avisamos a Lina que hoy no llegaremos? Está tan rico estar así...- le dijo con picardía.

-Llamemosla ahora! Usted no se escapará de mí señora de Mendoza, hoy la amaré hasta en posiciones que hace mucho no hacemos...-con la sonrisa pícara.

Llaman a la niñera de su hija y continúan con su noche de pasión. Ésta vez el juego había sido volver a ser amantes, quién sabe cuál sería el próximo juego que se les ocurriría...

𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora