Pesadilla

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-Un beso de tu príncipe que te ama- dijo Armando antes de besar su cabeza y darse la vuelta para cambiarse y dormir.

Hacía unos minutos había hablado con Mario Calderón, ahora temía la reacción de su mujer si volvía a sus vidas, porque aunque lo pudo perdonar a él después de mucho trabajo, a Mario todavía no lo perdonaba, no lo quería ver ni en pintura.

Desgraciadamente Betty había escuchado fragmentos de esa conversación donde malinterpretó todo al escuchar declaraciones de amor. Sabía que le mentía, y que no era Ricardo Camacho, pero ella sospechaba que era una mujer.

Al dormir empezó a soñar que Armando la abandonaba por una mujer que era mucho más bella que ella.

En la realidad se puso a llorar histéricamente, despertando a su marido.

-Mi amor, puedo cambiar, pero no me dejes...me opero si quieres...- susurraba Betty.

-Mi amor...qué dices?- le decía Armando.

-Me opero si quieres, pero no me dejes...- llorando en el sueño y en la realidad.

-Betty despierta...mi amor, mi vida despierta...- le repetía Armando mientras la abrazaba.- todo va a estar bien...shh...tranquila...-

En ese momento Betty despierta y se sobresalta, rompiendo el abrazo. Mira a sus alrededores y al ver a Armando a su lado con cara preocupada, se tira hacia él y empieza a llorar.

-Eyy...tranquila bebé...acá está tu príncipe que te protege...shhh, estoy aquí, si?- le repetía Armando mientras le frotaba la espalda. Por su parte, Betty estaba asustada, lo sintió tan real el sueño. Esconde su cabeza en el cuello de él y le pregunta.

-Tú no me dejarás, no?- le dijo hipando.

-Mírame- le dijo Armando mientras agarraba la cabeza de su mujer- nunca, nunca te vuelvas a preguntar eso, yo soy tuyo, eternamente. Nunca te dejaré, lo más importante y sagrado en mí vida son la niña y tú, nunca dañaría a nuestra pequeña familia, sí? Está claro?- le dijo.

-Gracias- dijo Betty besándolo.

-Y ahora usted me va a decir qué estaba soñando para haberse puesto así...- le dijo mientras la abrazaba.

-Estábamos en Ecomoda, de repente, tú me dices que tienes que hablar conmigo y me dices que conociste a una mujer mucho más bella que yo y que me dejabas, que a Camila no la ibas a ver y que cortabas cualquier tipo de relación con nosotras...- dijo hipando.

-No creyendolo- Mi amor, nunca pasará eso, si? Fue una pesadilla solamente, yo nunca las abandonaría, son mí vida entera, lo único importante, lo único fundamental en mi vida eres tú y mi niña.- dijo besándola.

-Entonces qué fué esa llamada?- dijo mirándolo.

-Ya te dije, era Ricardo Camacho por los colorantes...- dijo mintiendole.

-Ya vamos a empezar con las mentiras? Como quieres que te crea ahora si me mientes? En serio piensas que yo creo que era Ricardo Camacho? A un proveedor que yo sepa no se le dice te quiero y te extraño.- dijo rompiendo el abrazo y ahora enojada.

Armando se maldijo en silencio, es que era un estúpido, si no la cagaba de entrada la cagaba de salida.

-Mi amor, tienes razón, perdóname...-respirando profundamente- quien me llamó era...Mario Calderón -respiró profundo mientras veía como su mujer se quedaba estupefacta- tiene un negocio muy bueno, con una empresa de Estados Unidos...podemos salir de este bache por esw negocio...-dijo mirándola apenado.

-No puedo creer que aún lo estimes y lo quieras sabiendo el daño que me produjo y el daño que te produjo a tí al manipularte en contra mía. En serio que no lo entiendo.- dijo mirándolo seriamente.

-Tienes razón, pero vendría en razón de accionista...no como amigo...y en todo caso, él ha sido amigo mío de toda la vida...- dijo mirándola. Eso fue la gota que derramó el vaso.

-En serio que no puedo creer lo que dices.- dijo saliendo de la cama mientras iba a el clóset y sacaba ropa.

-Qué haces?- dijo asustado.

Betty sin decirle nada se cambió de ropa, agarró su teléfono y le dijo

-Me voy a casa de mis padres, hablamos mañana.- dijo en la puerta de su habitación.

-Asustado y saliendo de la cama- Qué quieres decir? Ah? No vamos a dormir juntos? Mi vida porfavor no te vayas.- dijo abrazándola.

-Es que no puedo creer que quieras a una persona que me hizo tanto daño, que se burló de mí...si yo tuviese un amigo así deja de ser mi amigo solo por defenderte a tí...pero veo que no pensamos igual.-

-Tienes razón. Maldita sea! Siempre tienes razón!- exclamó- Lo más importante es tu bienestar! Solo que me siento tan solo sin una amistad! Pero maldita sea que tienes razón!- dijo derrotado.

-Amor, tú puedes tener muchos amigos, mejores, que te apoyen en todo, que no te pongan en contra mía, que te aconsejen, que no quieran que me seas infiel. En el trabajo Wilson y Freddy siempre han querido ser tus amigos, pero siempre te han visto como el accionista y el amigo imposible...me lo han contado.- dijo mientras le agarraba la cara.

-Llorando- En serio?

-En serio mi vida, te prometo que tendrás mejores amigos.- dijo dándole un pico.

-Gracias- dijo abrazándola- te amo demasiado- dijo besando su cuello.

-Y yo a tí.- dijo disfrutando de sus besos.

Ya no hacían falta mas palabras. Armando agarró la remera de Betty y se la sacó, vió sus montes favoritos y los besó por sobre el brasier, causando un jadeo por parte de Betty.

Mueve sus brazos y desabrocha su corpiño, haciendo que caiga y pueda lamer sus pezones. Mientras uno recibía las atenciones de su boca, el otro recibía las atenciones de su mano.

Betty solo gemía y se dejaba hacer. Armando, por su parte, bajó por el vientre de Betty hasta quedar de rodillas frente a su feminidad.

Con manos expertas agarran el pantalón, junto con el calzón, y lo baja para que esté desnuda. Le saca los zapatos y medias y, ahora sí, queda completamente desnuda. Retoma el mismo camino y con su mano se pone a acariciar la intimidad de su mujer.

Viendo como a Betty le gustaban esas atenciones, se levanta y la agarra del trasero, haciendo que ella enrede las piernas en él.

Armando va hacia la cama y la recuesta delicadamente, dejando la almohada en su cabeza. Él mismo se desviste, solo era el pijama así que fue rápido, y retoma lo que estaba haciendo. Se pone al lado de su mujer y con su mano empieza a tocar la vagina de su mujer. Betty gemía por sus atenciones.

Cuando vió que ya era tiempo, mete dos dedos en la vagina de su mujer, provocandole un gran gemido. Mientras que con sus dedos hacía el movimiento correspondiente dentro de la vagina de su mujer, con su palma de la mano acariciaba el clítoris.

Luego de unos minutos de estar haciendo eso, Betty siente como un orgasmo la arrasa, dejándola agotada.

Armando al verla le da un pico en la boca. Y viendo que ya estaba más que preparada, se coloca arriba de ella y pone su miembro en la entrada de su vagina. Va entrando lentamente hasta estar completamente dentro de su mujer. Empieza con el vaivén del amor, poniendo una pierna de su mujer en su hombro para que las embestidas fuesen más profundas.

Luego de estar largos minutos, donde el también le prodigaba atenciones a sus senos, llegan juntos al orgasmo.

-Te amo!- exclamaron ambos cuando habían llegado a la cima.

Se besaron y se taparon con el acolchado, para estar en los brazos de Morfeo.

Sabían que lo que vendría no sería fácil, que tendrían mil obstáculos, pero también sabían que saldrían de todos los obstáculos, porque mientras que ellos se amaran, todo estaría bien.

FIN

𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora