𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂

El Secuestro de Camila

Como cada mañana, llevarían a Camila al colegio. Ella ya tenía 7 años, iba a la primaria y era una niña muy amable y feliz. Se levantaron, desayunaron y cuando estaban en las puertas del ascensor, a Cami se le ocurre un juego.

-Ya sé! Y si yo bajo por las escaleras y ustedes por el ascensor, para ver quién llega primero?- dijo con una sonrisa perspicaz.

-Una carrera? Solo si nos prometes que te cuidarás y no te caerás por las escaleras.- le dijo Armando acariciando su cabeza.

-Si papi, solo es una carrera!- le dice la niña.

-Bueno cielo, está bien, ya llegó el ascensor, nos vemos abajo y cuídate!- le dijo Betty.

-Está bien mami! Ya verán que soy rápida!- les dijo feliz Cami.

Armando y Betty le besaron la frente y ellos bajaron por el ascensor, mientras que su hija bajaba por las escaleras. Al llegar abajo, no la ven. Armando se asoma por las escaleras y grita

-Cami, ya llegamos!- le dijo Armando.

Sin respuesta, ambos se miran con preocupación y Betty le dice.

-Tal vez se lastimó, subamos y tal vez la encontramos.-

Apurados y agarrados de las manos suben las escaleras, gritan su nombre y nada, llegaron a su casa y no estaba Camila. Estaba desaparecida.

-No! Esto no puede estar pasando!- dijo Betty desesperada.

-Mi amor, la encontraremos, bajemos y preguntémosle a Alfonso si la vió salir, tal vez está en la vereda (aldén en Colombia)... No quiero ni pensar ni imaginar algo malo...- tratando de estar tranquilo.

Bajaron en el ascensor (más rápido) y al bajar le preguntan a Alfonso.

-Alfonso, no vió salir a mí hija? Ya sabe usted, con flequillo, delgada, con cabello parecido al de mí mujer, estaba con su mochila de Alicia en el país de las Maravillas...- la describe al detalle.

-No señor Mendoza, no la he visto, y estoy aquí desde las 5 am, hora del cambio de turno...

-No puede estar pasando ésto! Alfonso, llame urgente a la policía.- dijo desesperada Betty.

-Que estén aquí en menos de 5 minutos.

Juntos se quedan viendo como se comunica con las autoridades.

-No quiero ni pensar en no encontrarla!- dijo Betty al borde del llanto.

-La encontraremos, te prometo que encontraremos a nuestra hija.- le dijo abrazándola fuerte mientras besaba su cabeza.

Luego de unos minutos la policía se presenta y le toman los datos, ambos la describen perfectamente y Armando les facilita una foto que tiene de ella en su billetera (cartera). La policía cierra el complejo y mientras un grupo investiga por los alrededores, otro grupo investiga el edificio, a quienes viven ahí, etc. Ellos angustiados dan cada detalle, cada dato que pueda servir.

Luego de 2 horas, Armando recibe una llamada desconocida.

-Aló?

Escucha la respiración de alguien, vuelve a preguntar.

-Aló?

Una voz grave de un hombre suena del otro lado.

-Tenemos a tu adorada niñita.- dijo solamente eso.

-Maldito desgraciado! Dónde está?- dijo enojado y desesperado. Tapó el micrófono del celular y le dice a Betty- Es quien tiene a Camila.

-Mira, lo mío es simple, me tienes que entregar 100 mil dólares a cambio de tu hija, tienes 2 horas. En el parque metropolitano Simón Bolívar estará una persona mía, dejarás el bolso de dinero en una banca y esa persona la retirará, en ningún momento tendrán contacto. Cuando tenga la plata, te daré a tu hija. Ah, y nada de policía, porque quien pagará será tu preciosa niña.