Hero by Destiny | WooSan || BOOK 2#

2# Lesson: Levantándose por sí mismo

—No seas tan malagradecido conmigo robándote la atención.

—L-lo siento.

— ¡Estoy jugando! —Hongjoong le da un empujón y San sisea, adolorido—, pero de verdad: que envidia me da que seas tan bueno con eso—admite leyendo rápidamente todo lo que San tiene en su cuaderno. Una cantidad ridícula de ecuaciones y fórmulas matemáticas—. Aunque aún no sé cómo eres tan bueno con química. Yo apenas la entiendo.

—Tienes más robots en la cabeza que elementos químicos. Eso es lo que pasa.

Hongjoong se ríe, sacudiendo la mano para desmeritar el asunto. San regresa a lo suyo, anotando hasta en el último recoveco de su cuaderno. Haciéndolo lucir sobrecargado y sucio.

Tiene una semana metido en la casa de Hongjoong y claramente, los sirvientes lo agradecen muchísimo. San no los culpa: Hongjoong es una bola de energía que le encanta llamar la atención. Desde usar ropa femenina, ponerse maquillaje, jugar con su cabello y hacer cosas que, en teoria, no debería. Como salir de la casa, presentar exámenes de universidades por diversión, mintiendo con su edad para que envíen los formularios y demás cosas.

Gastar dinero en excentricidades. Las principales son piezas mecánicas y esta semana en específico, componentes químicos para que San pueda hacer prácticas de lo que estudian.

A los padres de Hongjoong les dio igual que San esté ahí. En lo que a ellos respecta, podría ser una inversión a futuro. San ha demostrado en pocos días que vale la pena. Lo brillante que es para las ciencias -no así la lengua-, además de ser la calma que se quisiera de Hongjoong.

Es como un cable a tierra.

—Imagina tener zapatos antigravedad- No, mejor, trajes enteros para mantener el equilibrio. —propone Hongjoong, echado en el césped junto a San que lee una revista científica.

— ¿Eso de que serviría?

— ¡Podríamos volar a dónde quisiéramos! —exclama. San gira hacia él, frunciendo las cejas.

—No creo que sea tan útil.

— ¡Podría ponérselo a varias cosas! Y todo flotaría. Como en Harry Potter.

— ¿Harry Potter?

Hongjoong se levanta, viéndolo con profundo espanto y hasta asco—, se me olvidó que eras pobre como un país Latinoamericano ¡Tengo que culturizarte!

Y desde ese momento, es San quien no deja de parlotear de Harry Potter, atento a cada libro, película o mercancía que pudiera aparecer.

. . .

— ¿Y si hacemos un perro cyborg? Sería perfecto porque- Escúchame primero—pide por la cara de asco y espanto de San—, imagina que es un perro inmortal y que si hay problemas, podrá arreglárselas solo. Si sales de viaje, estará programado que alguien venga a limpiar y a darle de comer, si- ¡No te rías!

—Ay Hongjoong, es que... Que cosas se te ocurren. —San se ríe sin parar y Hongjoong lo zarandea con un puchero.

. . .

—Imagina que consigo hacer robots diminutos—propone Hongjoong sentándose de golpe junto a San, estirando un papel con planos. San se inclina a leer las anotaciones—. Serian miles y miles de ellos. Todos logrando hacer cosas.

— ¿Cómo qué?

—Barreras de energía, la suficiente energía electromagnética que incluso repela balas ¿¡Imaginas lo que podría hacerse con eso!? —exclama en voz baja, un chillido agudo y emocionado, San ladea la cabeza—. Si lo usan soldados, no habría nadie que pueda lastimarlos y si lo usan personas normal ¡No las robarían! Tampoco podrían... hacerles cosas malas—explaya casi extasiado a su propia imagen mental—. No habría asesinatos todo el tiempo.