Hero by Destiny | WooSan || BOOK 2#

26# Lesson: fingiendo normalidad

— ¿Nos vamos a casa?

—Creo que es mejor que nos quedemos aquí hoy—dice San encogiéndose de hombros—. Aún estoy usando alguna cosas que pueden se peligrosas para ti... espera a que te llame ¿Vale? —Wooyoung asiente y Yeosang se cuestiona si San siempre habla así. Tiene una especie de gruñido constante en la garganta—. Vine a revisar que todo estuviera bien y no pensaran en hacer algo tonto.

— ¿Cómo que podríamos hacer que pudiera ser un riesgo? —pregunta Wooyoung con un puchero, juzgando a su novio. San encoge de hombros.

—No olvido que una vez tuvieron la brillante idea de hacer un traductor de libros y tuvimos que alejar a la policía y abogados de una editorial alemana. —Wooyoung acentúa el puchero y Yeosang levanta la mano.

—Yo sí pagué los libros ¡No entiendo por qué se ofendieron! No es razón para meterme preso.

—Porque hackeaste la editorial entera en lugar de usar los libros que compraste. —señala San.

—Oh. Eso pasó. —Yeosang se lleva una mano a la frente. Eso tiene más sentido. San ríe por la nariz, negando con la cabeza.

—Nos vemos más tarde... no llores, cariño. —dice San a modo de despedida antes de salir del dormitorio. Wooyoung asiente con una sonrisa débil que desaparece apenas San se marcha. Yeosang suelta aire y vuelve hacia Wooyoung, sorprendido por lo que escucha:

—Quiero ser normal. Quiero estar bien... quisiera ser listo como tú o como Hongjoong, poder controlar mi cabeza, mi cuerpo, no querer tener sexo todo el tiempo. Me siento un estorbo y como una zorra. —lamenta apoyando la barbilla en sus rodillas y Yeosang frunce los labios.

—No eres un estorbo, tampoco eres alguien que sea infiel a su novio. Jamás lo has sido—promete abrazándolo con un brazo por el hombro—. Confía en mí. No hay nada por lo que tengas que pedir disculpas. —Wooyoung se recuesta de Yeosang, cerrando los ojos y tratando de confiar en su mejor amigo.

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— ¿Por qué miras tanto el reloj? —pregunta Hongjoong, pues cada poco tiempo, San revisa su reloj. No parece muy atento a lo que tiene que dedicarse, es decir: terminar de sintetizar el veneno de araña y así, conseguir el fin último del proyecto actual.

O al menos lo que será la primera medicina lograble del veneno. Como de costumbre, siempre habrá maneras de mejorarlo. El tema es que necesitan el producto para este momento. San se ha retrasado sin razón aparente. Ni siquiera Hongjoong sabe que es lo que tanto hace en lugar de terminar. Qué plan tiene por detrás.

Da por hecho que hay un proyecto secreto, pero lo entristece forma genuina que San no confíe en él para contarle dicho proyecto.

—Wooyoung va a venir en cualquier momento. Ya sabes cómo es con su horarios—Hongjoong balancea la cabeza, eso es cierto—, no quiero tener nada potencialmente peligroso aquí. Si empieza a escribir, investigar y se sale de control, será problemático. No quiero que se envenene o algo así.

—Eso se arregla fácil. —Hongjoong da un par de aplausos y San se tensa.

— ¡NONON...!

Las nanomáquinas de Hongjoong se mueven por todo el lugar, ordenando y colocando todo en su lugar. Incluidos los papeles desperdigados por lugares recónditos que ni siquiera San recuerda. Se nota que este espacio es solo de San. Wooyoung se morirá antes de dejar el desorden por más de su estadía.

Todo limpio, casi brillante. San mira mal a su compañero que se ríe encogiéndose de hombros. Las nanomáquinas toman forma de perro y mueve la cola, sacando la lengua.