Hero by Destiny | WooSan || BOOK 2#

19# Lesson: un problema menos

— ¿Está bien?

Wooyoung asiente. Se siente muy... adormilado, casi en la nubes. Mejor que tener los nervios de punta sin duda, pero lo entorpece con muchas cosas. Desde cocinar a la velocidad que quiere y tener su ritmo habitual. Razón por la que en lugar de dar quejidos o tratar de hacer compensaciones en el tiempo perdido, se pone a llorar, frustrado. San lo maneja como puede y no se explica de donde viene este comportamiento.

Tampoco tiene tiempo para hallar una solución. Debe preocuparse por seguir avanzando con las arañas, cosa que va muy bien; continuar con el proyecto extra que tiene Hongjoong de la nada; verificar todo lo que hacen sus asistentes; corregir los trabajos de que estudiantes, supervisar a sus tesistas.

De repente tiene más responsabilidades que nunca y ¿Lo peor? No ha soltado la idea de que, quizá, si es Spiderman: pueda dejar de preocuparse de que Wooyoung tome más medicación de la necesaria para calmar sus nervios.

Está convencido de que lo hace.

No hay otra razón para que los efectos sean tan fuertes.

Ha contado las pastillas en el frasco, pero son las apropiadas. Puede ser que Wooyoung comprara otras y se la tome en secreto. Su novio no se estúpido, es bastante astuto cuando quiere sentirse bien. Por eso tienen tantas relaciones sexuales por la mañana.

Es menos probable que lo parte, convencido dentro de la modorra.

San medita la posibilidad de que no sea tema de medicación, sino la medicación mezclada con el veneno que despide. Tendría que hacer pruebas... o las haría de tener tiempo.

—Si no se te quita esa modorra, no sales ¿Entendido? —Wooyoung asiente y hace puchero—. ¿Terminaste lo que tenías pendiente?

—Sí. Me puedo enfocar más ahora. solo no hacerlo tan rápido como quisiera.

—Y ¿Sacaste a todos a pasear? —Hace un círculo al suelo, refiriéndose al montón de animales que tienen aquí. Wooyoung asiente. San entrecierra los ojos—. ¿Te bañaste? ¿Acabaste tu tarea? ¿Qué hay de las fotos que tenías que tomar? ¿Lo hiciste todo?

—Sí. —balbucea Wooyoung.

— ¿Has hablado con la terapista?

—No.

—Ah, ese es el problema.

—Estoy bien—lloriquea Wooyoung—. Solo... estoy un poco menos nervioso, pero estoy lento. No sé por qué—reclama aturdido—. ¿Puedo ir a tu oficina hoy? —pregunta con ojos aguados—. No quiero quedarme aquí solo... y... y... no sé. No quiero estar solo ahora. Me da miedo.

San da un suspiro pesado y asiente—. Ve a la hora que quieras, solo trata de avisarme cuando estés en camino ¿Sí?

Wooyoung asiente y cierra los ojos por los besos en el rostro.

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—No está tan mal. —murmura San.

Las telarañas aguantan muchísimo peso. Ha sido su mejor soporte y manera de armar máquinas estos días. Máquina con la que está intentando procesar el antídoto y así no estarse envenenando solo por accidente o empeorando la delicada salud de su pareja. Se rasca la sien y da un bufido.

La única parte mala es que la telaraña es muy viscosa. Absolutamente todo queda adherido. Tuerce la cabeza, irritado por la sensación de estática en la cabeza. Lleva casi dos semanas sintiéndolo y ha coincido con la aparición de Yunho, también con que van a intentar secuestrarlo como Mingi vino a advertirle...

En fin, muchas coincidencias y molestias juntas. Atrae el celular con una telaraña, poniéndolo entre su oreja y hombro, trata de despegar los restos de telaraña.