— ¿Entendieron todo?
Sonríe simpático, ladeando la cabeza. Escucha algunos suspiros y da otros dos toques al pizarrón lleno de fórmulas. Sus cálculos incontables e inacabables ahí expuestos, a duras penas en los cuadernos del estudiantado y todas la miradas fijas en él.
— ¿Va a haber examen? —pregunta una chica que está adelante, aunque en el mismo estado de ensoñación que sus compañeras.
—Por supuesto, pero no se preocupen por eso por ahora, será dentro de un mes—anuncia sentándose en el escritorio, quedando con una pierna estirada. Cruza los brazos y cuenta mentalmente, viendo arriba un momento—. Sí, un mes y dos días a partir de ahora—San vuelve a sonreír a sus alumnas, con algunas dándose golpes con la mesa y otras, con su celular discretamente afuera—. ¿Alguna otra duda? —Silencio—. Bien, pueden retirarse por hoy.
Hay quejidos de dolor y San se ríe, bajando la mirada para marcar la asistencia en su lista. las estudiantes no dejan de mirarlo, tardándose más de el cuenta en salir ¿Cómo van a quitarle los ojos de encima? Si es el afamado profesor Choi San.
Quien ha resuelto problemas prácticamente imposibles a nivel matemático.
Que ha podido formular nuevas medicinas capaces de aliviar dolencias por montón.
Mejorado el funcionamiento de las plantas nucleares a nivel internacional.
Revolucionando en el campo de bioquímica.
El químico, matemático e ingeniero más joven en lograr tanto...
¡QUE ADEMÁS ES SUPER GUAPO!
La clase está conformada por mujeres únicamente. Acaban los cupos antes que cualquier varón puede intentar entrar. Pendiente de lo que sea que el profesor Choi diga. La mayor razón de aprendizaje, es conseguir su atención y felicitaciones. Considerando eso el mayor honor y lujo posible en la escuela de química en la universidad.
San toma el celular, lo apoya entre su mejilla y hombro, aun anotando. Varias le sacan foto, capturando alguna que otra sonrisa.
Si les muestran fotos viejas de San, se reúsan a aceptarlas como reales. Para ellas, él siempre ha sido así: fornido, ligeramente bronceado, con rostro definido y gesto misterioso que nadie ha podido descifrar. Con el cabello largo y siempre con trenzas a los costados.
Lo único molesto son sus gafas, que necesitan demasiado aumento y a dura penas puede lidiar con lentes de contacto, pero lo cansan mucho, por lo que no los usa regularmente. A pesar del problema, la montura es muy estética.
Culpa de Hongjoong, el encargado de sostener la imagen de San ante el mundo.
En lo privado, puede ser todo lo encorvado y descuidado que quiera.
—Sabes que odio las entrevista—queja en coreano y las estudiante no tienen más opción que irse, frustradas de que empiece a hablar en coreano. Quieren saber qué habla y con quién. Dan por hecho que es Hongjoong, el reconocido amigo de San, pero no pueden dar certeza al respecto—. ¿Por qué debería tener una? Es un estudiante nada más ¿No? Puedo dejarla pasar.
—No seas amargado. Es una ternura de niño. No sé cómo llegó hasta mi oficina, pidiendo que lo ayudara a tener una entrevista contigo—chuchea Hongjoong con deje enternecido—. Estará allá como a las dos. No lo trates mal. dale el chance ¿Sí? Te prometo que te va a caer bien.
—Si te cae bien a ti, lo dudo mucho. —burla San antes de acabar la llamada.
Mira la hora, tiene un par de horas antes de esa citación. Toma sus cosas y sale del salón. A medida que avanza por el pasillo, se da cuenta de que hay sucediendo en el jardín contiguo al edificio. Asomado, encuentra que es el afamado héroe de la ciudad: Spiderman.
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Hero by Destiny | WooSan || BOOK 2#
Fanfiction"Creo que todos tenemos saltos de fe. Es como un llamado del destino a hacer algo grande. Un aviso de lo que podemos lograr. Decidí escribir sobre héroes y tú convertirte en uno... a tu propia y tranquila manera. Así que ¡El destino nos empujó a co...