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| 17. Explicaciones |
Nora caminaba con velocidad por los pasillos de Hogwarts. Se había pasado la noche entera sola en el bosque prohibido merodeando por una sencilla razón: cada vez que cerraba los ojos recordaba los acontecimientos en el cementerio horas antes. Tenía muchas cosas en la cabeza, ¿Cómo habían llegado Harry e Isa al cementerio? ¿Por qué Isa y Nika parecían saber lo de Barty Crouch Junior desde mucho tiempo antes? Además, no dejaba de pensar en la forma en la que el cuerpo sin vida de Cedric caía al suelo después de recibir aquel hechizo. O en la forma con la que usó sus poderes en el cementerio como si tuviera control absoluto de ellos; y lo mas importante, delante de Harry, Isa y el resto de mortífagos presentes. Había pasado su infancia entera aislada de la sociedad junto a sus padres para que nadie supiera su secreto, y cuando perdió el control de ellos, sus padres la dejaron en Hogwarts para que estuviera protegida.
Casi muere, dos veces.
¿Y para qué? Para que la gente que no debería conocer su secreto fueran los primeros en saberlo.
Ese era otro tema distinto, casi muere ahogada en la segunda prueba y sus padres ni siquiera tuvieron el valor de ir a verla. Ahora que Voldemort había vuelto y casi muere por segunda vez, sospechaba que sus padres no irían verla, ya no tenía la esperanza de verlos.
Nora estaba enfadada: Enfadada con Isa y Harry por aparecer en el cementerio como si supieran lo que iba a suceder allí; Enfadada con Nika por saber algo que posiblemente nadie más sabía Y enfadada con Dumbledore por dejarla participar en ese estúpido torneo, por parecer tener una especie de complot con Isa y Nika, y por no haberla buscado después de haber atrapado a Barty Junior. Sus únicas palabras fueron: "jóvenes, id a la cama. Los adultos nos ocupamos de esto"
En fin, iba a pedir muchas explicaciones.
Nora entró por la puerta de la Sala Común de Gryffindor caminado como un zombie y con unas ojeras increíbles bajo las cuencas de sus ojos debido a su falta de sueño o a la gran cantidad de horas que se había pasado llorando en el bosque. Miró al sofá de la Sala para observar como Hermione, Ron y Harry estaban dormidos. Los tres chicos se habían quedado allí esperándola toda la noche, pero no le ganaron al sueño.
Nora los miró con una expresión de pena. Se sentía mal por haberlos dejado esperando la noche entera allí, pero tampoco les despertó para que pudieran descansar. Subió las escaleras que llevaban a las habitaciones de mujeres y caminó por el largo pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación. Puso una mano en el pomo, y suspiró antes de abrir la puerta.
Isa y Nika estaban allí dentro. La rubia recogía todas sus cosas y las metían en su baúl mientras que Nika acariciaba a su sapo y a Gael mirando fijamente al suelo, pensativa. Ambas chicas miraron a la puerta cuando se abrió de golpe y se sorprendieron al ver a Nora y su aspecto.
