Capítulo 18.

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Abby revisaba a la menor, quien se había mantenido en silencio desde que había regresado, no hacía falta ser un genio para saber lo que ocurrió cuando se la llevaron, la niña ni siquiera había levantado la mirada, únicamente se mantenía perdida en sus pensamientos. 

En varias ocasiones, sus ojos se habían llenado de lágrimas pero nunca se derramaban, siempre desaparecían después de unos segundos.

— Madi — la llamó la mujer mayor con cariño, pero ni siquiera fue escuchada — habla conmigo, por favor.

La pequeña versión de Clarke aún mantenía su estado de shock después de aquella noche tan horrible, es más, el mismo Jake se quedó mudo cuando entendió lo que había pasado. 

Bellamy había traspasado esa delgada línea entre la moralidad y la crueldad.

Si bien las dos niñas, no fueron de su completo agrado, a quien más estima le tenía, por haber desarrollado su lado de loba, era a Madi, aquella pequeña risueña y ocurrente, que ahora ya no existía.

Murphy también había llegado un par de veces mientras nadie lo veía para poder llevarles algo de comida, les explicó a los cuatro que Octavia estaba intentando idear un plan para salir de ahí pero que era tan difícil debido a la vigilancia. Madi también solo se había mantenido en silencio mientras lo escuchaba, hasta que este se acerco con suavidad arrodillándose frente a la niña.

— Hey Madi — la pequeña rubia ni siquiera lo miró — tu tía Octavia necesita que seas fuerte, hazlo por ella — al intentar tomar su mano, esta la retiró de inmediato a lo que el hombre la miró extrañada pues Madi no era de las pequeñas que solían rechazar pequeñas muestras de afecto — Madi ¿Qué ocurre? Si es porque estás aquí, no te preocupes, pronto serás libre.

— No ha hablado desde que... — Monty se quedó en silencio por uno segundos suspirando — desde que Bellamy se la llevó para que Jasper termine el trabajo de la noche en que quisimos escapar.

Murphy abrió los ojos con sorpresa, pues sabía perfectamente a lo que se refería, él mismo estuvo ahí cuando Bellamy le había dado la orden a Jasper, pero creía que solo era para asustar a la menor.

— Bellamy... ¿Él...? No, no puede ser, podrá ser cruel pero no dejaría que hicieran algo así — el hombre intentó de verdad pensar que Blake no era tan idiota como para permitir algo como eso.

Pero sus dudas se resolvieron y dieron paso a un sentimiento de culpabilidad cuando Madi levantó su mirada con amargura, fijando sus orbes verdes en los ojos del chico.

— Él no hizo nada... se quedó ahí, mirando todo — susurró con dolor en su voz para luego volver a bajar su mirada la cual se había cristalizado, eran las primeras palabras que escuchaban de Madi en días.

— Madi... te prometo que el pagará todo lo que te ha hecho — Murphy intentó animarla, pero como animar a alguien que había perdido todo su brillo en cuestión de horas — por el momento, debes confiar en mí.

La pequeña loba sonrío con algo de cinismo, pues ahora ya no confiaba en nadie, ni siquiera podía confiar en su propia sombra, porque sabía que incluso en momentos oscuros, esta iba abandonarla.

— Veré si puedo conseguir a alguien que cruce la frontera, tal vez podrían encontrar a Clarke y darle aviso de lo que está pasando aquí.

La ojiazul volvió a levantar su mirada y se movió levemente.

— Echo... — pronunció llamando la atención de los presentes — ella logró cruzar y le pedí que busque a mi madre — susurró intentando convencerse de que esa seguía siendo una opción — no a Clarke, sino a mi otra madre... Alexandria.

Una Rosa con Espinas | CLEXADonde viven las historias. Descúbrelo ahora