Una Rosa con Espinas | CLEXA

Capítulo 24.

Heda estaba completamente perdida en sus pensamientos, han pasado algunos días en donde ha estado moviendo hilos en la oscuridad, sus planes empezaron a tomar un rumbo determinado, lo único que le desconcierta es que Alice la evitaba, al igual que Clarke, no las había visto en ese momento, pero sabía que estaban bien, de no serlo, la rubia sería la primera en presentarse.

Pero esa incertidumbre también le pesaba en los hombros, Clarke no es de quedarse en un sitio, y el hecho de que esté muy tranquila lograba desestabilizarla. Sentía que estaba planeando algo, o tal vez sea solo su paranoia que le acompaña desde que cometió el error de bajar la guardia.

Toda aquella confianza que un día tuvo por Clarke había desaparecido por completo, ni siquiera sabe como llegó a amarla con tanta fuerza, si su significado de amor era y siempre fue Costia.

Costia era tan sensible y preocupada por todos, fue ella quien le orientó a hacer un tratado de paz con los humanos que residían en sus tierras. Su manera de lograr ser tan sumisa fue lo que le había atraído a Lexa.

Cuando conoció a una Costia temerosa y recién transformada en vampira, sus instintos saltaron como si de una alarma se tratara, la protegió hasta donde sus dotes le permitieron, sin duda, aquella mujer era el significado de obediencia y delicadeza, el amor que le tenía había sido uno de los sentimientos más fuertes que tuvo en años, o eso era lo que creyó hasta que conoció a Clarke.

Clarke era realmente opuesta a Costia.

Si bien en Costia la obediencia era algo que de verdad le gustaba, Clarke era una terca sin remedio, llegó a desobedecerla, incluso a enfrentarla en más ocasiones de las que le gustaría admitir.

Es ahí donde no sabe como fue que sus sentimientos por Clarke llegaron a desarrollarse, una mujer tan diferente a como le gustaban hizo que su corazón latiera de una manera sin igual.

Tal vez, hace años logró atribuir su gusto por el hecho de que al ser humana podía reflejar la delicadeza que Costia solía tener, pero esa ni siquiera se convirtió en una opción porque supo con certeza que la rubia no tenía ni una pizca de debilidad. Fue todo lo contrario, mientras pasaban los días, la ojiazul fue demostrando su fortaleza.

Con Costia, su mente le pedía que la protegiera, que estuviera para ella, pero con Clarke, su corazón le obligaba a estar a la merced de la rubia, su mente no tenía tanta fuerza como para contradecir a su órgano palpitante y es por eso que también intentaba evitar encontrársela, su sentido común dejaba de ser común cuando la tenía cerca.

"Tu corazón y tu alma están unidas a un futuro que tardará en llegar"

"Tu futuro aún ni siquiera ha nacido, comandante, pero cuando lo haga, ustedes dos, lograrán que todo cambie en este mundo lleno de odio."

Esas palabras hacían eco en su cabeza.

Creyó que la mujer que se lo dijo se equivocaba, siempre lo pensó, pues se sintió demasiado confundida y la manera en que se sentía en ese momento era igual, por eso, esas palabras estaban prendidas en su cabeza.

Recuerda a la perfección el día que las escuchó.

FLASHBACK

Cuando salió del escondite en donde la dejó su madre, su estómago dio giros al momento en que sus ojos evidenciaron la brutalidad con la que su gente yacía en el suelo, caminó sintiéndose enferma, pero aún con la esperanza intacta de poder encontrar a alguien con vida.

Momento que nunca llegó. 

Su cuerpo se estremeció al ver a su madre, no sonaba tan mal, hasta que vió el estado en el que se encontraba, literalmente la cabeza era lo único que estaba sobre el suelo cerca de ella, miró a los alrededores encontrando el cuerpo a varios metros de ahí lleno de mordidas por las cuales salía los líquidos corporales de su madre en estado de evidente descomposición, ya que el cuerpo de los vampiros no duraban nada después de la muerte.