Capítulo 3.

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Madi quien era la hermana con más paciencia se quedó escuchando a su madre, y aunque le pareció injusta la manera en la que terminó su otra progenitora, también comprendía que era la única manera que tenía Clarke de salvar a los suyos. Si bien deseaba conocer la verdad, ahora que lo sabía no podía culpar a su madre como lo hizo Alice, incluso entendía el por qué su madre nunca les había hablado de Alexandria, a medida que la escuchaba, podía ver con claridad como sus ojos brillaban con cada mención hacia la que alguna vez fue su pareja.

— Al inicio llegué con la intención salvar a los nuestros, incluso de matar a quien los tenía cautivos, pero nunca pude hacerlo Madi, como te dije, tuve que aceptar casarme con ella pero a medida que iba pasando el tiempo llegué a amar a Alexandria como no tienes idea y el haberla lastimado fue uno de mis peores errores y más cuando ella supo quien era en realidad.

— Mamá — la pequeña rubia miraba a su madre fijamente, el tono dulce que usó Clarke para hablarle sobre Alexandria no pasó desapercibido para ella — si tu...si tu tuvieras la oportunidad de volver con mi otra madre ¿Lo harías?

Por primera vez Clarke llegó a preguntarse eso, no por que no quisiera, sino porque sabía la respuesta a eso incluso sin la pregunta de por medio.

— Madi — la rubia mayor tomó las manos de su hija — aunque quisiera hacerlo, realmente no podría.

— Pero... ¿Por qué? — preguntó sin entender — si tu la quieres y no lo niegues, es la primera vez que hablas de alguien como hablas de ella.

— No es eso, cariño, lo que ocurre es que tu madre...ella odia a los lobos, no solo a los lobos, ella odia específicamente a los Griffin, porque nuestros antepasados y ella tienen algo en común, algo que no es nada bueno.

— Pero tu eres diferente a ellos, nosotras también lo somos, nunca en la vida podríamos lastimarla.

— Pequeña, yo ya lo hice y sé que la manera en que la lastimé fue el peor de todos los sufrimientos que ella ha tenido — respondió Clarke soltando un suspiro — aunque yo quisiera volver con ella, yo sé que Lexa no me quiere tener cerca, no después de todo lo que hice.

Madi lo entendía, sabía que su madre tenía razón, después de todo lo que le contó, sabía que ir a tierra de vampiros e intentar un reencuentro con su otra madre realmente no sería algo beneficioso.

— Es tarde Madi, ve a descansar mientras yo voy con tu tía Raven y tu tía O a buscar a tu hermana — la pequeña versión de Clarke accedió sin rechistar, pues sabía que su madre estaba estresada y lo que menos quería era hacerle sentir peor.

La ojiazul salió junto a sus hermanas para buscar a su hija mayor, quizá eso era lo único que odiaba de Lexa, que Alice haya salido con su carácter.

— ¿Entonces Madi lo tomó bien? — preguntó Octavia caminando más adelante que la rubia y la morena —.

— Si — afirmó Clarke — ella entiende todo lo que tuve que hacer, no me justifica pero lo comprende.

— Al menos Madi se parece a ti — continuó Raven — le gusta pensar las cosas con la cabeza fría.

— Así es — La rubia soltó un largo suspiro —Alice...se parece más a ella. Más terca y más impulsiva.

Se formó un silencio algo incómodo pues para las dos mujeres aún no era fácil hablar sobre el antiguo amor de su hermana, si bien la consolaron durante noches enteras, ellas únicamente la escuchaban y callaban.

— Clarke — Octavia rompió ese silencio llamándola — yo te quiero hacer la misma pregunta que Madi. Si tuvieras la oportunidad de volver con esa chupasangre ¿Lo harías?

Una Rosa con Espinas | CLEXADonde viven las historias. Descúbrelo ahora