𝟐𝟎.

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Alec se despertó y encontró a su esposa embarazada todavía durmiendo. El hombre empezó a levantarse silenciosamente de la cama y a vestirse. Alec no quería despertarla porque sus bebés por nacer pateaban fuerte y eso le dolía a Chloe.


La niña tuvo que descansar mucho porque se acercaba su fecha de parto. Alec se volvió sobreprotector y casi no la dejaba levantarse de la cama. Él le preparaba comidas saludables y estaba allí para ella cuando no estaba en una misión o cuidando a su hermana, que era adicta al yin fen.


Chica se despertó, se sentó y comenzó a frotarse su vientre muy visible mientras los bebés comenzaban a patear con fuerza nuevamente.


- Queridos ángeles, calmaos - Susurró Chloe adormilada a sus hijos por nacer.


- ¿Estás bien, cariño? - Preguntó Alec y Chloe lo miró.


- Sí, pero James y Cassie están pataleando fuerte otra vez y duele - Respondió Chloe y continuó frotándose el estómago.


- ¿Debería hablar con ellos? - Le preguntó Alec y Chloe asintió y sintió otra dolorosa patada de sus hijos. El hombre se acercó a su esposa y comenzó a hablar con sus hijos por nacer. - Hola ángeles, este es tu padre, Sé que te gusta darle patadas a tu madre en el estómago, pero por favor cálmate y déjala dormir.


Cuando sus hijos por nacer escucharon la voz de su padre, las patadas se hicieron más suaves, lo que agradó a Chloe. La niña suspiró aliviada.


- ¿Es mejor ahora? - Preguntó Alec con preocupación en su voz.


- Sí - Respondió Chloe con una sonrisa.


- hora vete a dormir porque puedo ver que estás cansada - Dijo Alec y la besó en los labios antes de salir de su habitación.


Chloe se durmió rápidamente.


Unos minutos más tarde


- Izzy, dime qué puedo hacer, haré lo que quieras - Dijo Alec mientras entraba a la habitación y veía a Izzy, quien estaba agarrada a las sábanas de la cama, sudando y temblando de dolor. Este era un síntoma de adicción al yin fen.


- Estoy bien, sólo necesito sudar - Dijo Izzy con voz temblorosa, y Alec tomó el cuenco de la mesa de noche y se sentó al otro lado de la cama.


Chico sacó un paño del recipiente con agua y lo colocó en la frente de Izzy.


- ¡Deja de fumar! - Gritó Izzy y apartó la mano de Alec de su frente, luego se sentó en la cama y abrazó sus piernas. - Nadie lo sabe, ¿verdad? - Preguntó la niña.


- No, nadie lo sabe. Todo el mundo piensa que tienes gripe - Respondió Alec.


𝐀 𝐝𝐢𝐟𝐟𝐢𝐜𝐮𝐥𝐭 𝐜𝐡𝐨𝐢𝐜𝐞 || 𝐉.𝐖𝐚𝐲𝐥𝐚𝐧𝐝, 𝐀.𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭𝐰𝐨𝐨𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora