Becky
Con el trascurso de las horas y pasaron más de tres desde la finalización de mi turno laboral, decidí que le dejaría una nota y me largaría a casa. Deseaba verla para hablar en persona, pero no estaba dispuesta a ser una estúpida que esperara por ella, en primera, porque estaba esperando un hijo y estaba cansada; en segunda, por amor propio. Yo no tenía nada que estar haciendo aquí a estas horas.
Mi hermana estaba molesta conmigo por mi decisión de esperar a la señora Chankimha y tenía mucha razón en estarlo.
Terminé de guardar mis cosas en la caja que Irin me hizo el favor de conseguir en su oficina, después escribí una nota rápida para notificarle a Freen que mañana me presentaría a presentar mi renuncia formal. Lo mejor era no vernos las caras, al menos para mí y mi voluntad de alejarme.
Tal vez era precipitado y poco considerado lo que estaba haciendo, ya que no le estaba dando tiempo a Freen de conseguirme un reemplazo, pero la situación lo
ameritaba.
—Ni modo, Freen, tengo un hijo y no hay cabida para consideraciones con nadie, menos contigo -murmuré mientras dejaba la nota en su escritorio. El mensaje era muy escueto, evitando así exponer mis sentimientos; aquellos que me volvían vulnerable ante ella
De pronto escuché que se abrieron las puertas del ascensor y unos pasos furiosos.
Freen empujo la puerta entreabierta y se plantó en su lugar para observarme enojada.
- ¿Pasa algo, señora Chankimha? -cuestioné confusa. Lo siento, yo ya me iba, no podía esperar más.
- Vine en cuanto pude y en cuanto me enteré de lo que estás pensando hacer -espetó- Vas a renunciar.
Traté de no poner una cara de sorpresa, pero mis dos cejas se alzaron de manera involuntaria. Qué rápido corrían los chismes...
- Es verdad. -Asentí-. Acabo de conseguir empleo en otro lugar, así que....
- Eres una desconsiderada, una cobarde —me acusó-. ¿Así es como me pagas la oportunidad que te di? Para este puesto....
- Discúlpeme, señora Chankimha, no tiene ningún derecho a hablarme así, fui una buena empleada — la corté enojada—. Ya me voy, no tiene caso que discutamos esto.
Sin esperar a que me contestara, salí de la oficina. Ella no me siguió, así que cogí mi bolsa, tomé la caja y caminé hacia el ascensor.
Presioné el botón y me dediqué a esperar.
-Becky —me llamó Freen y yo suspiré. Su voz me tentaba, por supuesto, pero me había cansado de la situación.
Agradecía con el alma tener esta pesada caja entre mis manos, así creaba una barrera entre nuestros cuerpos. El mío vibraba todavía ante ella, pero el suyo lo hacía con esa buena mujer y la entendía.
Nunca le diría sobre el hijo que estaba esperando, no podría arruinarles la vida de esa forma cuando estaban por casarse, a punto de ver su amor triunfar.
- ¿Qué?
- ¿Por qué renuncias a la empresa? -cuestionó con voz temblorosa.
- Porque me ofrecieron trabajo en otro lugar -contesté.
- Pero aquí te pago bien, no lo entiendo.
- Pues me quiero ir, ¿acaso no tengo derecho? —Gruñí.
- ¿Esto es porque me casaré con Kanya? -preguntó sin rodeos y yo me giré para mirarla.
- Sí, Freen -confesé—. Cometí el error de enamorarme de ti, pese a que tú me advertiste que solo era tu puta, que no llegaríamos a nada más.
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Castigando a mamá | FreenBecky G!P
FanfictionFreen Chankimha es todo lo que una empresaria del siglo XXI quiere ser: dueña de una prestigiosa empresa de tecnología, arrogante, atractiva y llena de mujeres a su alrededor para satisfacer sus placeres carnales, entre estas yo. Soy la amante perfe...