CAPÍTULO 29

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Freen

Como era de esperarse, los cuestionamientos por causa de lo que dije no se hicieron esperar. Todos estaban sorprendidos de mi anuncio y no porque supieran de Kanya, sino porque nunca me había mostrado como alguien proclive a tener algo serio con alguien.

En ese momento me alegré de no haber gritado a los cuatro vientos mi relación con Kanya e incluso comprendí la diferencia de lo que llegué a sentir por ella y lo que sentía por mi pelirroja. Mientras que con una solo quería que lo supiera mi círculo más íntimo, con Becky quería anunciarlo hasta en las revistas. Y lo haría, el día que ella me aceptara sería tan feliz que tapizaría los medios con la noticia de nuestro enlace.

No habría nadie en el mundo que no se enterara de que Becky Armstrong era mía y que me daría un hijo.

- Hija, me alegra mucho que estés sentando cabeza —me felicitó el tío Anong. Miré a lo lejos a Becky, quien charlaba en medio de un círculo de algunas de mis tías y primas, siendo cuidada por mi madre.

- Gracias, tío.

- Es una chica muy bonita, llamativa y encantadora -expresó contento y me palmeó el hombro.

- Lo es, claro que sí. -Suspiré sin dejar de verla. Esta se dio cuenta de que la miraba y me dedicó una hermosa sonrisa que solo aumento mis ganas de tenerla en mis brazos

- Había pasado gran parte de la fiesta separada de ella por culpa de los invitados y por cuidar de que ese desgraciado no le hiciera daño a mi hermana.

Para colmo, mamá confesó que había olvidado mencionarme que ese dichoso director era el virtuoso hijo de una de sus amigas. La amistad era bastante lejana, pero la invitó por cortesía.

- Me alegra verte tan enamorada, sobrina. Pareces más feliz

- Lo soy. —Fijé la vista en el hermano de mi padre, quien me observaba con cariño. Él era mi tío preferido por lejos, pues siempre era muy amable, respetuoso y optimista. Papa era muy diferente a él, más racional, analítico y frío para las situaciones difíciles, pero eso no impidió que ambos siempre se llevaran muy bien—, Estoy feliz de amar a esa mujer y que ella me ame.

- Se les nota, yo sé que van a durar toda la vida.

-De eso no tengo dudas.

Tuve que charlar con algunos otros invitados, quienes querían saber sobre ella, lo cual me dio el pretexto perfecto para ir a buscarla antes de que uno de mis primos, Chai, se fuera hacia mi Becky.

—Ven, cariño, te quiero presentar a algunas personas —le dije. Ella me observó con sospecha, pero no dijo nada y no me desmintió cuando la presenté como la mujer de mi vida, mi pareja.

Aquello me dio muchas esperanzas, aunque prefería aplastarlas un poco y dejarlas en el fondo de mi corazón. Sabía que ella me amaba, sin embargo, hacia esto solo para no dejarme en ridículo, no porque me fuese a perdonar.

Tampoco se negó a bailar conmigo una canción cuando varias parejas fueron a la pista a bailar. Lo único negativo era que tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para no tener una maldita erección.

-Gracias por estar aquí, mi amor —le dije en voz baja. Ella sonrió, más no dijo nada-. Me

hiciste feliz.

-Me alegra que estés feliz, Freen -respondió con un tono amistoso y unas palmaditas en el hombro que no me gustaron nada.

¿Había pasado algo?

Estuve a punto de preguntarle, pero de pronto dos personas comenzaron a pelearse. Eran

Noey y Chin.

- Cómo te vuelvas a insinuar así, te voy a partir la cara! -amenazó la hija de los Vorrakittikun.

Castigando a mamá | FreenBecky G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora