PARTE 28

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ROJA & DASTHAN

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DASTHAN

Me froto el cuello, ha sido una semana pesada desde el regreso de Polonia, las clases, la organización de la protesta y los constantes análisis a la hora de descubrir quien es la hija de Irnova me tiene agotado, físicamente, pero mentalmente la roja que no sale de mis pensamientos.

Termino de organizar la clase de mañana y me doy una ducha queriendo bajar el calor de mi cuerpo y las ganas que surgen cuando pienso en la hermana de Grigor.

La tengo dura por ella y me he masturbado varias veces teniendo en mi mente todas aquellas ocasiones que me la he cogido y han sido mis mejores experiencias sexuales.

Milla es tan tierna, inocente y hace unos gestos complacientes que....

Tomo la toalla secándome el cuerpo y salgo poniéndome la sudadera, pretendiendo dormir un poco, a ver si aclaro mi mente confundida. No debería pensarla lo se, les ha pasado que entre más se dicen que no debería de pensar en una persona, más la piensan, eso me pasa a mí, entre más me digo que no me gusta, mis pulsaciones dicen lo contrario y entre más razones encuentro para odiarla, más excusas me doy para desearla. A

A hecho tanto daño, sin embargo siento y pienso que merece una oportunidad que nunca a tenido.

No se si estoy mal por pensar a si, pese a saber que tiene algo de culpa en que mi hermana perdiera dos de sus tres hijos. Sonrio viendo la foto de Amaranto y Amara que tengo como protector de pantalla...

Son tan hermosas mis niñas que amo tenerlas. La lucecita y el milagro del abuelo. Así las tengo y a mi pequeña Amara cargando en sus piernas a Amaranto con una sonrisa, me genera mucha ternura.

—Adelante—tocan la puerta y doy el permiso, viendo a Gogo ingresar, luciendo una Pijama corta la cual tiene una pequeña abertura en la pierna derecha.

—Buenas noches—dejo el móvil en la mesa de noche, cuando me saluda.

—¿Qué haces aquí Gogo? —mi voz es suave, mientras ella cierra la puerta lentamente.

Dejo mis manos debajo de mi cabeza, Gogo se acerca caminando lentamente, aun tiene vendado el tobillo y se ha ido recuperando paulatinamente. Sin embargo aun no puede estar en el campo de batalla como tanto le gusta y me hace falta, porque ella y yo siempre hemos peleado juntos.

—Solo quería hablar contigo—cojea, acercándose, la medicina que nosotros usamos nos permite recuperarnos mucho más rápido que cualquier otra persona—esta semana apenas si nos hemos podido ver.

Toma asiento a mi costado derecho, mientras noto como esta un poco tensa, aunque habla con naturalidad, su cuerpo tiene otro lenguaje que me dice mucho más.

—Mucho trabajo Gogo, sabes que Kolja nos dio un ultimátum, no podemos seguir retrasando esta misión y eso nos tiene bastante ocupado—además tienes tus terapias.

Trato de explicar en lo que ella, se lleva el cabello negro liso detrás de la oreja. Disimulando el que sus ojos vayan a la dureza que yace de lado, bajo la tela de mi pantalón.

—Entiendo, pero también pensé que me estabas evitando—deja la mano temblorosa sobre mi torso, acariciándolo levemente.

—¿Por qué haría eso? —la japonesa suspira antes de que me permita ver lo grueso que traga, cuando se acerca a mi boca.

—No querías tenerme cerca—dice llevando la vista de mis labios a mis ojos—¿yo te gusto Dasthan?

Me hace suspirar profundo porque es una chica hermosa, los dos, trabajamos tan bien, hacemos un gran equipo, pero no puedo comparar lo que me hace sentir ella y la roja despampanante.

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