PECADO

PARTE 18

MISION, DUDAS Y CONTRADICCIONES

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HELLA

Hace frio cuando bajamos del avión que aterrizo en el fuerte. La ciudad de Cambridge nos recibe y Kolja es el primero en descender. Soy la segunda y detrás de mí, viene Cruell con el resto del grupo.

Sujeto el aza de mi maletín que esta sobre mi hombro derecho y me acerco al ruso de mierda que se encamina hacia la líder de esta sede. Nos prestaran la base, no es tan grande como la de Nueva York, pero estaremos mas en la universidad que aquí.

La mujer tiene una coleta alta, una gorra y usa el uniforme negro de la fraternidad. Detrás de ella, dos hombres mas que cargan en sus manos lo que parece ser uniformes.

—Kolja—se quita las gafas mostrando los ojos azules—un gusto conocerte.

—Viera—se saludan de manos—este es mi equipo.

La mujer hace un ademan con la cabeza, centrándose en mi marido.

—Me alegra conocerlos—dice—sus uniformes, mientras estén aquí, lo ideal es que lo usen.

—No somos iguales a ustedes—dice Cruell poniendo problema—por lo tanto no es obligación para nosotros.

—Tu debes ser la dama de hierro—la mira Viera—se que están en un nivel mayor al de todos, pero esta es mi base, por lo tanto mis reglas, ¿pensé que eso había quedado claro Kolja?

Nuestro líder asiente y no tenía idea de eso.

—Todos usaremos el uniforme—la verdad no le veo nada de malo—ahora por favor, muéstranos nuestras habitaciones y la sala de reuniones, mañana iniciamos clases y debemos prepararnos sin perder tiempo.

—Pero—habla Cruell.

—Sin perder tiempo—Kolja la mira por encima del hombro y tengo que decirlo.

Me excita demasiado cuando está en su papel de líder. Mejor dicho, este hombre me mata en cualquiera de sus facetas.

—Perfecto—Viera se da media vuelta.

La seguimos, Cruell lo hace tambien pero de mal humor porque no le gusta para nada y miro como Otis llega a mi lado. No hemos hablado, mi prima me pidió estar mas cerca de él, pero no sé cómo arrimarme sin que mal interprete la situación.

Tengo que hacerlo, Desconfio ahora de sus buenas intenciones y lo que hizo con Gogo no se lo voy a perdonar. Tenemos un bloque para nosotros que incluye, zona deportiva y las habitaciones. Mala cosa, es un pasillo completo, así que estaremos juntos, uno seguido del otro.

—Vas a tener que controlarte Krasivyy—me susurra Maksi—gritas mucho y escucharan cuando te haga mia.

—¿No pensaras que vamos a tener sexo aquí? —vamos delante de los chicos y me aseguro de que no puedan escucharnos.

—Donde sea voy a cogerte—estipula y quiero, si deseo que me coja en cualquier parte.

Escojo una habitación y Kolja la de al frente. Mala a mi derecha y Cruell a mi izquierda.

—Diez minutos—demanda Kolja y asentimos.

Cruzo miradas con Otis que escoge la habitación al lado de Vinicius, el ruso mira a Mala y luego a mi dedicándome una sonrisa. Ingreso con el uniforme que nos han entregado y miro la habitación que es cómoda, con armario, escritorio, una cama pequeña y baño. es normal, no me desagrada porque evidentemente no pensaba que fuese a tener una como la habitación de mi mansión.