PECADO

PARTE 14

EN EL OJO DEL HURACAN

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KOLJA-MAKSIMIJAN

Entrego la carta de invitación mientras reparo mi alrededor. Nikita va tomada de mi mano y revisan que estemos en la lista de invitados. Los flashes se disparan a nuestro alrededor y evito dar entrevistas, sin embargo, también me preocupa la seguridad del evento y este es mi principal inquietud.

Esto es en honor a ella, por ella y para ella. es lo mínimo que podemos hacer después de perderla.

—Adelante—dice el coordinador y dejo la mano en la cintura de mi hermana para que se adelante.

Antes de ingresa le doy un repaso a las afueras y por ahora no veo ningún movimiento raro o que nos alerte, sin embargo, he dispuesto más unidades para la seguridad.

Atravieso las puertas que tienen a cada lado a cuatro hombres vestidos de negro y grandes que nos doblan en tamaño. Nos indican a donde ir y recibo la copa de champagne que nos ofrecen antes de ingresar al salón principal donde ya hay cierta cantidad de personas reunidas.

Miro a mi alrededor sintiendo que me aprietan el corazón con los paneles que contienen el rostro de la mujer que amo. Todas las paredes están llenas de su imagen y mostrando esos ojos los cuales lograron poner mi mundo de cabeza.

Todo por dentro arde, se me remueve por dentro y nadie nos advirtió que para aquel que lo pierde todo, el amor duele mucho.

—Que bonito esta todo —comenta mi hermana—me lo imagine de otra manera, no ver su rostro como decoración.

La piel me pica y si ella esta sorprendida yo el doble. Me quedo callado, las palabras no me salen cuando mas adelante, en la tarima, el telón tiene una foto de ella sentada en un trono de pieles, vestida de blanco y a su lado, Fenrir su lobo el cual tiene la mano de su ama en la cabeza.

Paso saliva porque el montaje es espectacular. Parece una foto que se ha tomado recientemente, pero es obvio que no es así. Eso no puede ser.

—Es impactante—digo absorto, mirando la fotografía imponente.

—Todo esta deslumbrante, nunca había visto algo semejante.

Debo desviar la mirada de su foto, pero a donde mires, ella te esta observando y da un poco de escalofríos porque da la impresión de estar reparándote en todo momento.

Me concentro en los invitados, obviando los latidos descontrolados de mi corazón. Reconozco a varios, claro que sí, entre ellos están Sade con su hermano Zeus que luce como el protocolo lo indica. Los hombres de negro y las mujeres de vestido rojo.

No quiero estar aquí, pero por su memoria me quedare el mas tiempo posible. Mi hermana se embelesa al ver a Diacono que esta hablando con unos desconocidos mas adelante y no puedo evitar verle la cara de estúpida.

—Ya vengo—me dice—iré con Diacono.

—Dale su espacio—le recomiendo—están discutiendo mucho, me acabas de decir.

—Podrá estar muy enojado, pero nunca me rechazaría, eso puedo jurártelo.

—Como quieras—no me meto en sus cosas, ella sabe lo que hace y esta muy grande para eso.

No la detengo. La música es suave, una dulce melodía y reconozco a la mujer que se acerca sonriéndome con picardía.

—No pensé verte aquí—me dice Fiona—pero que gusto verte.