PARTE 8

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SIN PLAZOS

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KOLJA

Me duele la cabeza, el cuello y el orgullo.

Aun no me explico como en nuestras propias narices nos sabotearon la misión y lo peor, es que se nos llevaron el botín. Sin embargo, en medio de toda esa mierda, solo hay una cosa que me tiene la cabeza a punto de explotar.

—¿Me pueden explicar? —me hierve la sangre que me traten como a un pequeño que comete una travesura o no puedo cumplir con sus responsabilidades.

—¿Que paso? no entiendo un carajo—aguanto, no puedo hacer nada más—¿ustedes son unos novatos en este tipo de misiones que se dejan robar de esa manera?

Claramente Morgana esta de muy mal humor y no solo ella, todos los estamos. En la sala de reuniones solo se escuchan sus gritos y tiene razón, nunca habíamos fallado de esta manera tan humillante.

—¿Fueron mucho más audaces? —comenta Cora—aunque los esperábamos, en verdad no pensamos en ese escenario y nos tomaron ventaja.

—¿Ventaja? —habla Dasthan—nos patearon el culo literalmente durmiéndonos a todos.

—Que vergüenza—dice mi hermana cubriéndose la cara y eso a Morgana no le interesa.

—No soy de disculpas—habla Cruell— o buscar palabras rebuscadas para justificarme, pero esta vez he de decir que nos tomaron por sorpresa y que su plan fue mucho mejor a la nuestra.

—Mejor no lo creo—interrumpe Vinicius—solo esperaron la oportunidad de hacer el trabajo más difícil para ellos y despues nos robaron de la peor manera.

—Bastante humillante a decir verdad—dice Dragon.

—Nos culearon—agrega Cruell con un tinte de humor que solo ella le hace gracia porque se ríe.

Yo me mantengo en silencio, no tengo nada que decir cuando mi mente esta distraída en otra cosa. No la puedo sacar de la mente y siento que me voy a volver loco.

La cicatriz de su mano. Dios, no se que voy hacer con mi mente, en este momento lo único que quiero es que se detenga.

Me tiene con las pulsaciones elevadas, la respiración inestable, y mi estabilidad emocional, vuelta mierda.

Respiro profundo, la garganta la tengo seca y solo quiero una bebida para calmar esta angustia que se me ha formado en el centro del pecho.

—Se pueden concentrar en esto—alega Morgana—confié en ustedes, no se que van a hacer, pero necesito ese maldito orbe en mis manos y la información que contiene.

—Ya lo se, vamos a trabajar en eso—digo al fin—se que fallamos, y no volverá a ocurrir.

—Eso espero, porque ese hombre era la manera mas fácil de acabar con esa organización de porquería—dice con seriedad—y Averigüen quien es ese nuevo escuadrón, banda o la mierda que sea, necesito saber a quienes nos enfrentamos.

—No eres la única—dice Stavros.

—Entonces a trabajar que les llevan ventaja en esto.

Determina cortando la comunicación. Nos quedamos mirando los unos a los otros, el dolor de cabeza no se va y respiro profundo pensando que ordenes dar.

Pese a todo, siempre he tenido claridad en hacer las cosas, pero ahora, en este instante tengo la mente perdida, estoy tan cansado, tan agotado que presiento que estoy al borde de un colapso mental.

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