PECADO

PARTE 30

FASE DELTA

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HELLA

Nuestros ojos van a la puerta con la vos femenina que nos habla, dejándonos con la boca abierta. Nos miramos entre todos, Vinicius, Mala, Kolja y yo sin saber como actuar ante la chica que juega con los dedos nerviosa.

—¿Lárgate de aquí? —brama Abraham a la chica que reconozco de inmediato—ahora mismo.

Ella no tiene intenciones de moverse y sacude la cabeza, ocasionando que Mala reaccione, acercándose a ella que comienza a temblar de miedo.

—Tranquila, no pensamos hacerte daño—dice mi prima con tono suave dando un paso más.

—Se quienes son ustedes—dice tranquilamente—y son los buenos.

—Maldita niña no te atrevas a ....

Abraham no termina de hablar porque Kolja saca el arma, dejándonos quietos cuando le dispara al hombre, volándose los sesos.

La estudiante se queda petrificada y yo no me esperaba esa reacción de su parte, sin embargo ya Abrahan no sirve para nada y comprendo su acto. Pero no debió hacerlo delante de la chica que nos perdera confianza ante nosotros.

—No somos tan bueno—dice mirándome—nos vamos, y Mala, tráela.

La salida es por la puerta de emergencia, Kolja cojea, bota mucha sangre de su pierna pero eso no lo detiene, se la ha amarrado y eso es suficiente para salir como si nada de la institución que esta sumido en un caos por culpa del maldito científico.

Abordamos el auto de Kolja, con la chica que en la parte trasera esta con Vinicius y Mala muy callada. Me parece raro que se entregue tan rápido pero el ruso conduce a un sitio seguro, mientras llamo a Cora que me informa que Dragon esta con Cruell en el hospital muy preocupados ya que no tienen información sobre Stavros.

Dasthan esta bien, pero no ha dicho su paradero y dejamos la institución atrás porque tenemos lo que vinimos a buscar. Me duele todo el cuerpo, el enfrentamiento fue fuerte y siento pena por todos los estudiantes caídos.

Por cualquier calle ves personas correr, padres desesperados, ambulancia, bomberos, transeúntes sumidos en la conmoción con el ataque que sufrimos. Cuelgo la llamada con Cora, todo se queda en un silencio muy incomodo y me preocupa la pierna de Kolja, ya que esta perdiendo mucha sangre y aunque el no dice nada, puede ser algo peligroso. En la casa segura ingresamos todos y aunque le pido a nuestro líder, curar esa pierna primero, no lo permite, llevando a la sala, a la estudiante que se sienta en el sillón individual nerviosa.

—¿Eres la hija de Irnova? —pregunta Kolja y se ve de muy mal humor.

—Si—acompaña sus palabras con un movimiento de su cabeza.

—¿Por qué lo revelas? —continua el ruso notándose un poco hostil con la chica que no teníamos en el radar.

La observo y quedamos como payasos cuando estábamos buscando en una dirección diferente. Durante semanas, mi equipo y yo habíamos vigilado a las cinco chicas más populares de la escuela, convencidos de que una de ellas era nuestra sospechosa. Y entonces, en medio del caos, la chica excluida, la que nadie veía, la que se desvanecía en los pasillos, aquella que las populares molestaban... ella era la pieza que faltaba en nuestro rompecabezas. Cuánto tiempo perdido mirando en la dirección equivocada, cuando la respuesta siempre estuvo en quien menos imaginábamos. La menos popular, la invisible, era la clave de todo este misterio.