II. Fragua

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Si tu luz me alimenta,
si tu voz también me llama,
serás calma en la tormenta
y para mi frío, flama.

Si en tiempos que sonrío
sea causa tu mirada,
si armo tremendo lío
si respondo a tu llamada.

Si el espejo de tus labios
te refleja enamorada,
seré yo mil cien navíos
con mi proa a ti anclada.

Si me ves como te veo,
no escuches otras voces.
Si eres el brillo en el que creo
y caminos que no conoces.

Si en mi día falta algo
espero sea tu presencia.
Si en tus ojos algo valgo
grata es la experiencia.

Si mis dedos a ti te tocan
no es reposo, es desespero
noches que mis sueños flotan
por faltar tú aquí primero.

Si el cobrizo de tus sedas
pronto respiro feliz
espero así rápido puedas
cambiar mi día de matiz.

Y si logras con eficacia
tan noble gesto y sincero,
debes saber que está en mi gracia
saberme que mucho te quiero.

Pero no hay logro que provoca
o que me llene de regocijo
como el día en que tu boca
amarme tanto también dijo.

Y si hoy al despedirme,
en mi mirada hay tus reflejos
espero eterno busques sentirme
a tu lado, nunca lejos.

𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒊𝒂𝒔 𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora