PUNTO DE QUIEBRE
Mientras seguimos caminando, las sombras de la noche parecen alargarse a nuestro alrededor. La ansiedad crece en mi pecho, y el deseo de llegar al hospital me consume. Justo cuando estoy a punto de expresar mi inquietud, una figura familiar aparece de la nada.
- Nick!! - grita Gael, con una energía que contrasta con la atmósfera pesada que nos rodea - Hay un auto disponible!! -
Su voz resuena en mis oídos como un rayo de esperanza. En medio del caos, su dedicación y rapidez me llenan de aprecio y admiración. Apesar del poco tiempo trabajando para mi, siempre ha sido muy práctico, y ahora lo demuestra nuevamente.
- Vamos!! - le respondo, sintiendo que mi corazón late más rápido.
En cuestión de minutos, Gael regresa con el auto, un sedán negro que brilla bajo las luces parpadeantes de los focos.
Mis amigos y yo nos subimos a él rápidamente, cada uno consciente de la urgencia que nos une. El ambiente se siente cargado de tensión mientras Gael se acomoda al volante.
- Ve lo más rápido que puedas!! - le pido en un acto impulsivo y desesperado. La necesidad de llegar al hospital se apodera de mí.
Sin dudarlo, Gael arranca el motor y acelera hacia adelante. En pocos minutos las luces de la ciudad aparecen pasan rápidamente por las ventanas mientras él navega por las calles con precisión y destreza. Mi mente está en un torbellino, imagino a Alay esperando por mí, angustiada y asustada.
- ¿Estás bien? - pregunta Damián desde el asiento trasero, su voz tensa pero llena de preocupación.
Asiento sin poder articular palabra. La ansiedad se convierte en una mezcla de miedo y esperanza mientras miro por la ventana, viendo cómo las luces se desdibujan en un borrón.
Liam se inclina hacia adelante, su mirada fija en Gael.
- ¿Sabes cuánto tiempo nos queda? - pregunta, intentando mantener la calma.
- No mucho - responde Gael con determinación - Pero no se preocupen, llegaré lo más rápido posible -
El sonido del motor retumbando en mis oídos es casi reconfortante, es como si me recordara que aún hay vida y movimiento en medio del desastre. Cada giro que hacemos me acerca más a Alay.
Finalmente, después de lo que parecen horas pero son solo minutos intensos, veo a lo lejos las luces del hospital brillando como estrellas en la oscuridad. Un alivio momentáneo inunda mi ser.
- Ahí está - murmuro, sintiendo cómo la tensión comienza a desvanecerse un poco.
Gael acelera aún más mientras nos acercamos a la entrada del hospital. Cuando llegamos y él frena bruscamente frente a la entrada, salgo del auto incluso antes de que se detenga por completo. Mis amigos me siguen rápidamente mientras corremos hacia las puertas del hospital.
Al cruzar las puertas del hospital, el aire pesado me golpea con un frío helado que parece calar hasta los huesos. Mis pasos son rápidos y decididos, pero al ver a Noé de pie junto a un grupo de enfermeras, una sensación de inquietud se apodera de mí.
Me acerco a él con furia contenida. Su rostro refleja una preocupación que me hace fruncir el ceño.
- ¿Cómo está Alay? - le lanzo la pregunta con un tono brusco.
La respuesta que me da es como un puñetazo en el estómago.
- Alay se encuentra muy delicada... - dice, haciendo una pausa que me resulta insoportable - dice el doctor que es posible que no se salven los dos... Lo siento mucho, hermano -
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MI QUERIDO MAFIOSO [+18]
RomansaAlay Jones, una chica muy alegre y extrovertida de tan sólo diecinueve años de edad, vive en la ciudad de Málaga donde a pasado toda su infancia junto a sus padres, Elena y Marcus Jones. Estudia Bellas artes en la Universidad de Málaga, su carrera d...