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Dario

─¡Por más éxitos! ─ brindo con mis padres, amigos y socios.

─Te dije que todo iba a salir bien, estuvo excelente, quiero uno en color rojo, por favor ─ me dice Alexia y yo la beso.

─Claro que si mi princesa ─ le aseguro y siento cómo nuestro bebe patea ─ y así también te daré uno, pero habrá que ver si azul o rosa ─ digo.

─¡Alexia! ─ dice una voz masculina emocionada, es Pierro ─ te casaste ─ dice sorprendido y decepcionado, la abrazo más por la cintura.

─No estoy casada ─ contesta ella y siento una punzada en el pecho.

─Ahhhhh, no quiero ser indiscreto, pero...eso ─ dice el incómodo mirando su vientre.

─Estoy embarazada sí ─ confirmó ella ─ él es el padre y mi pareja ─ le explica ella señalándome

─¿Y ustedes están juntos? ─ pregunta él.

─Si ─ contesta ella con una sonrisa preciosa.

─Felicidades por tu bebe ─ le dice él, aunque su felicitación no parece muy alegre que digamos.

─Gracias y excelente desempeño por cierto, aunque siempre es emocionante verte conducir ─ le dice ella y empiezo a sentir un amargo sabor en la boca.

─Bueno de saber que me estabas mirando me habría esforzado aún más ─ le dice el coqueto y mis dientes rechinan de la ira que siento en estos momentos. Le está coqueteando a mi mujer embarazada delante mío.

Imbécil

─Dario, ven te quieren hacer unas preguntas ─ me dice Manolo, quiero decir que no, no quiero dejar a Alexia con este idiota.

─¿Que esperas?, ve, me iré a sentar un rato que los pies me están matando ─ me dice Alexia.

─Te acompaño ─ se ofrece Pierro enseguida.

Te voy a matar

─Oh no, no te preocupes, a pesar de mi estado soy perfectamente capaz de caminar sin compañía ─ le dice ella. Para después disponerse al área de asientos sentándose junto a mi madre.

─Por tu bien, no le coquetees a mi mujer de nuevo ─ le advirtió a Pierro.

─Eres inseguro Begoti, nunca me lo imagine, pero mejor para mí, a Alexia no le gustan los hombres inseguros, por lo que se aburrirá pronto de ti ─ dice él con suficiencia y la poca paciencia que me quedaba se extingue, pero de no ser por Manolo que me sujeta lo golpeó.

─Diario, ¿qué te pasa?, no olvides lo que estamos haciendo aquí, no lo arruines con una pelea ─ me recuerda mi amigo.

─Ni siquiera en un día que se supone que es importante para él, se sabe comportar bien ─ dice Marco y es lo último que me faltaba.

Miro a mi hermano con odio para después alejar me de ellos sin decir nada más, debo de controlarme, debo de hacerlo, este es un evento muy importante, no puedo arruinarlo con una pelea.

─¿Ya?, ¿estás bien? ─ me pregunta mi amigo.

─Si, si, estoy bien ─ contestó serio, no, la verdad es que no estoy bien, pero si estoy un poco más calmado.

─Contrólate hombre, al menos el día de hoy ─ me regaña él.

No digo nada más al respecto y vamos con las personas con las que tengo que hablar, mientras ellos me hacen preguntas sobre el auto, la empresa, proyectos a futuro, incluso de mi relación con Alexia el bebe que esperamos, le doy rápidas miradas, se ha mantenido sentada con mi madre, su cuñada también se le ha unido, así como otras mujeres con la que está hablando animadamente,, me siento más tranquilo porque Pierro no se ha acercado a ella, pero tampoco me agrada demasiado que esté hablando con mi hermano.

Alexia LitmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora