Alessa
Lo recordé. Recordé lo que le había pasado a Edward y ojalá nunca lo hubiera hecho. El dolor de haberlo perdido se instaló de nuevo en mi pecho. La sensación que sentí aquella vez que me dieron la noticia me abrazó.Quise estar sola, no quise ver a nadie mas que a papá, el abuelo y Jess. La mayo parte del tiempo me mantuvieron sedada. Y eso pasó hace unas dos semanas.
Miro al chico frente a mi. Con un poco de curiosidad y desconfianza. Se encontraba semirecostado en el sofá, sus ojos estaban cerrados y su respiración era lenta. Estaba dormido. Sentía como mi corazón aún palpitaba con fuerza después del recuerdo devastador de Edward. Pero este desconocido, me parecía tan familiar y a la vez tan ajeno, despertaba algo más que simple curiosidad.
— ¡Hey! ¡Tú!— Agarro una de las almohadas y se la lanzo.— ¿Quien eres?
El chico de inmediato se levanta de un salto.
Suelto una risita.
Su rostro mostraba confusión, un poco de molestia-me imagino por la forma en la que lo he despertado- y preocupación.
— ¿Quién eres? — repetí con un ligero de temblor en mi voz.
El se acercó despacio, como si no quisiera asustarme. Se sentó en la silla junto a su cama y me miró a los ojos con una ternura que no podía comprender del todo.
— Soy Harry. — respondió con suavidad. — Nos conocemos, Alessa, aunque entiendo que todo esto pueda ser confuso para ti ahora.
Frunzo el ceño, intentando recordar. Había algo en sus ojos, en la forma en que me miraba, que me resultaba extrañamente reconfortante.
— ¿Cómo nos conocimos? — pregunto, la curiosidad superaba mi confusión.
Harry sonrió levemente, como si los recuerdos estuvieran inundándolo. Por un momento se sintió mal, el chico le transmitía una paz y confianza que solamente había sentido con una persona.
— Nos conocimos hace algún tiempo, en circunstancias bastante... peculiares. — dijo, eligiendo sus palabras con cuidado. — Pero desde entonces, hemos pasado por mucho juntos.
Lo miro, tratando de buscar en mi memoria algún indicio de lo que decía. Pero todo lo que encontraba era un vacío doloroso.
— Lo siento, no puedo recordar. — murmuro, bajando la mirada.
Harry extendió una mano hacia mi, pero se detiene justo antes de tocarme, como si estuviera respetando mi espacio.
— No te preocupes, Alessa. — dijo con una voz calmada. — Tienes todo el tiempo del mundo para recordar, y no estás sola en esto. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.
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Let me | h.s.
FanfictionCariño, cuéntame tus miedos, tus más oscuros secretos, déjame sanar tu dolor, déjame ser tu hombre, para que pueda amarte.