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Las hojas secas crujían debajo de mis pies por cada paso que daba, apreté con fuerza el ramo entre mis manos. Caminé, caminé y caminé hasta llegar a su nombre.
Edward Briand Lanusse
"Son amour, sa sagesse, son affecttion, son amitié mais surtout son essence seront toujours présents dans nos cœurs"
("Su amor, su sabiduría, su cariño, su amistad pero en especial su esencia siempre estará presente en nuestros corazones")
Repose en paix.
Janvier 1992 - Octobre 2010
Sonreí al ver algunas fotos que se encontraban ahí, en especial la mía con él.
— Hola.— Susurré.— Lo siento por no haber venido, estoy segura que extrañaste mi voz y mi vocabulario de camionero, yo sé que sí.—una sonrisa triste se forma en mis labios recordando aquellos momentos— siempre te encargabas de burlarte de eso, diciéndome que esas palabras no podían salir de mi boca, disque porque era una princesa, princesa mis calzones, siempre te respondía eso y si estuvieses aquí lo seguiría diciendo. Yo no soy una princesa.— reí melancólica.— Supongo que a estas alturas ya te habrás enterado de lo que pasó, si, en efecto, Zachary se cansó de mí y me mandó con la lunática de Rose. También supongo que sabes que si estoy aquí es porque aún no me han enviado a un internado lejos de la civilización. Ha sido peor pero me aguanto porque he conocido a muchas personas.— Me callé por unos segundos.
— Conocí a un chico, su nombre es Harry, él... es... estamos saliendo, aun no somos pareja pero hay algo, hace un mes y medio que pasó, es un chico estupendo, me trata de maravilla, y me hace sentir bien. Él me cuida, mucho, tanto como tu lo hacías. Me ha ayudado mucho con los temas de mi ansiedad, los cuales empezaron seguidos debido a peleas en el instituto, pero esa es otra historia que te contaré más después. Me sentía extraña al lado de Harry, porque siempre pensé que tú serías el chico, pero... Joder. Eddie te extraño, te extraño como no tienes una puta idea, extraño tus abrazos, tu sentido del humor, tus regaños y sobreprotección. Extraño hasta tus putos insultos. ¡Mierda! me siento tan culpable, tu deberías estar aquí, tu no mereces estar ahí, no mereces que él te haya hecho eso. Jason debería estar ahí no tú.— Apreté mis dientes seguido de mis puños.
— Odio cada jodido momento de ese día de mierda, fui una estupida, soy una estupida, si tan solo...mierda.— Me levanté de golpe sintiendo unas enormes ganas de golpear algo, las lágrimas caían a mares por mis mejillas.
Dejé salir un sollozo, seguido de otro y otro más, me importaba un carajo si había personas a mi alrededor, yo solo no podía dejar de pensar en ese día, las imágenes se reproducían como si hubiesen sido los mejores momentos de mi vida y me gustase recordarlos.
