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"...

— Estoy aquí, cariño.— Susurré con mi cabeza apoyada en su pecho.

— Cancer.— Dice después de unos segundos abrazados en silencio.— La abuela tiene cancer, yo... no quiero que muera.

— Oh Harry.— Me alejé un poco para verlo.— ¿Ella está grave?

— Lo detectaron a tiempo según mi padre.

— Entonces confiemos en que todo irá bien, apuesto a que tu abuela es fuerte, las abuelas lo son.— Susurré recordando a Marie.

..."


"...

— El punto de subir era que disfrutaras de la vista, amor.— Murmura Harry en mi oído.— Venga, es hermosa.

— ¿Qué pasa?

— ¿Sabías que eres la mujer más preciosa que he conocido después de mi madre? Me vuelves loco amor, tu carácter, tu vocabulario, tu forma de ser me encanta. Tus besos, oh por Dios, fantásticos cariño. Quiero besarte siempre, quiero besarte cada que se me plazca pero sin el miedo de que al hacerlo quieras patearme el culo.

— ¿Qué haces Harry?— Arquee una ceja, mientras una sonrisa burlona se formaba en mis labios.

— Te estoy pidiendo indirectamente que salgas conmigo.— Susurra cerca de mis labios.— ¿Qué dices?

— Digo que si.— Susurré acercándome más a él.

..."


Alessa despertó sobresaltada, su respiración agitada mientras trataba de orientarse en la oscuridad de su habitación. Los sueños habían vuelto, esos sueños tan reales que la dejaban con una mezcla de confusión y nostalgia.

—¿Estás bien?— La voz de Jess llegó a sus oídos, cargada de preocupación. —Te has despertado de golpe. ¿Has tenido alguna pesadilla?

Alessa se tomó un momento para calmarse antes de responder, sus ojos todavía ajustándose a la tenue luz de la habitación.

—No... no lo sé. Ha sido muy real. Aunque no ha sido una pesadilla. Eramos Harry y yo, estábamos juntos.

Jess se sentó al borde de la cama, tomando la mano de Alessa entre las suyas.

—Cuéntame, ¿qué fue lo que soñaste?

Alessa cerró los ojos por un momento, tratando de recapitular las sensaciones y las imágenes que aún estaban frescas en su mente.

—Era... como si estuviera recordando algo. Harry y yo, estábamos en el London Eye, admirando la vista de la ciudad. Hablábamos, nos besábamos... Se sentía tan real, tan vívido. Y luego, en otro momento, estaba consolándolo sobre su abuela, que estaba enferma. No sé por qué, pero siento que todo eso ha pasado en algún momento.

Jess la miró con una mezcla de sorpresa y comprensión. Sabía lo difícil que había sido para Alessa tratar de juntar los fragmentos de su memoria.

—Quizás... quizás sean recuerdos que están volviendo poco a poco— sugirió Jess con suavidad. —A veces, nuestra mente nos muestra cosas a través de los sueños.

—Puede ser— admitió Alessa, frotándose las sienes. —Pero es tan confuso. En el sueño, sentía cosas tan intensas por Harry, y ahora, no sé cómo interpretar esos sentimientos.

Jess apretó su mano con más fuerza, tratando de darle apoyo.

—Tómate tu tiempo, Alessa. No tienes que entenderlo todo de inmediato. Harry está aquí para ti, y también lo estamos todos nosotros. Lo importante es que te permitas sentir y recordar a tu propio ritmo.

Let me | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora