Fingiendo ¿Amor?

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¡Hola! les dejo por aquí el primer capitulo de esta historia.

Nada mas aclararles que aquí encontraran momentos divertidos y otros no tanto, habrá vocabulario explicito y escenas +18.

Cada personaje tiene su propia personalidad y forma de pensar así que les pido respeten eso y respeten mi forma de escribir.

Sin mas que añadir espero que les guste.

¡Los quiero!

—¿Sabias que el sábado hay fiesta en la casa de Patrick?—pregunta mi amiga que camina a mi lado por los extensos pasillos de la universidad llenos de estudiantes que hablan sin parar.

Miro a Allison de reojo juzgándola con la mirada mientras bate sus pestañas con coquetería.

—No—corto inmediatamente pero negarme solo la alienta a que me insista mas, suelta un chillido a mi lado.

—¡Ohh vamos Morgan hace mucho que no vamos a una fiesta!—se queja y suelto una risa porque es cierto, odio las fiestas por muchas cosas aunque...el alcohol que allí ofrecen no del todo—, ese precioso culo que tienes debe salir a moverse.

Suelto una carcajada.

—¿Yo bailando? jamás veras eso—su coqueto rostro se comprime en una mueca—, tienes muchos amigos Allison, ¿por que no vas con ellos?

—¡Por que no! ¡son unos aburridos!—se queja dramáticamente haciendo que varios universitarios volteen a vernos mientras nos dirigimos a la cafetería, estoy acostumbrada a que Allison llame la atención ¿y como no hacerlo? si la maldita es preciosa e inteligente, francamente no se que hace siendo mi amiga cuando puede tener la amistad de todos—, ¿Por favor si?

Niego con una sonrisa en mi rostro.

—Voy a pensarlo—aplaude con alegría y luego deja un beso en mi mejilla el cual me limpio enseguida, detesto el contacto físico.

Seguimos caminando bajo el estresante aturdimiento que maneja la universidad Corona Dorada ¿Quién coño le pone Corona Dorada a una universidad? probablemente alguien sin creatividad, el punto es que a esta hora donde hay cambios de clases y almuerzo para algunos todo se vuelve un completo caos, me duele la cabeza alrededor de tanta gente.

Por suerte y dando unos pequeños codazos logramos llegar a la cafetería, lugar donde esta peor que en los pasillos, bufo cansada pasando la mirada por las mesas.

—¿Aun no ha venido?—pregunta Allison quien observa el lugar en busca de...

—Allí esta—señalo la mesa donde mi mejor amigo nos espera, la única mesa vacía y en la que todos temen sentarse debido a la postura de Mason quien parece querer abrirle el estomago a alguien.

Llegamos hasta la mesa donde nos dejamos caer de golpe, Allison sin descaro y sin miedo a morir estampa un sonoro beso en la mejilla pálida de mi amigo quien se aleja mirándola mal.

—Han tardado—suelta con su voz muy masculina y la única que soporto, arrastro su bandeja hacia mi para terminar de comer las papas fritas que ha dejado, no pienso hacer una fila de media hora para que me den mi almuerzo.

—El catedrático no paraba de hablar de las pinturas de Van Gogh, explicaba con una fascinación en su rostro que incluso le puse atención y no maquille mis cejas en su clase, fue entretenido—explica Allison.

Como una papa.

—Es pasión a lo que te refieres—mis dos amigos me observan—, nuestro catedrático tiene pasión por lo que hace, cuando la tienes cualquiera es capaz de admirar tu fascinación, es algo básico.