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Termino de meter en mi mochila todos los instrumentos que utilizare hoy en mis clases de dibujo incluyendo varias pinturas y la arcilla para lo que sea que haremos el día de ahora. También meto mis auriculares y el teléfono que no he querido revisar desde anoche, se lo que me espera si lo reviso y no estoy prepara para eso aunque tarde o temprano se veía venir.

Tomo todo lo necesario y salgo de mi habitación encontrándome a Mason cocinando mientras Allison bebe lo que supongo será café.

—Buen día—saludo tomando atrevidamente una tostada con nutella y frutos rojos y comiéndola sin prisa alguna.

—¿No sabia que te gustaba dar amor en publico?—levanto mi vista con toda la molestia del mundo observando el teléfono que Mason coloca frente a mi donde observo lo que temía.

Es una jodida publicación, una publicación en la que es mas que evidente el beso que Donovan y yo nos estamos dando frente a varios estudiantes anoche después de que el juego terminara, el estomago se me revuelve y dejo de comer al ver la imagen, al ver mis labios unidos a los de el.

Aun no puedo creer que esto haya pasado, el día de ayer condene mi vida.

Me volví el centro de atención y la comidilla de toda la universidad después de tremendo espectáculo que dimos.

Maldito Donovan...

—No bromees con eso—lo riño dándole mi peor mirada haciéndolo reír mientras guarda su teléfono.

—¡FUE UNA COMPLETA LOCURA! debiste estar allí Mason, fue un beso jodidamente ardiente, todo fue ardiente desde que el la señalo dedicándole ese gol y las miraditas cómplices que se lanzan ¡es jodidamente caliente! hasta se me paro una teta de la tensión—dice mi amiga muy animada a pesar de que sabe que todo es una mentira.

Obviamente me toco contarle todo a Allison, quien es la mas feliz con la idea, incluso me insinuó que sacara provecho follándomelo, que asco.

—No exageres todo Allison, fue un maldito beso sin sentido por favor relájate y no me estreses mas de lo que ya estoy—me bebo todo el jugo de naranja que Mason me ofrece, desde siempre es el quien cocina porque lastimosamente fallo como mujer y nunca aprendí hacerlo porque mi mama me crio como toda una niña mimadita.

—Es que aun no puedo creer que seas novia de Aiden ¡no sabes como voy a presumirlo!—chilla emocionada.

—¿También puedo presumirlo yo?—dice Mason siguiéndola—, ahora eres la chica del popular ¿seguirás hablándonos cierto?

Ruedo los ojos.

—Son unos jodidos idiotas—digo molesta.

—¡Ohh vamos no te enojes! al menos dime...¿Qué tal besa?—sabia que preguntaría eso tarde o temprano.

¿Qué que tal besa?

Mmmm.... pues la verdad, la verdad...no lo hace nada mal.

Juro que cuando lo vi acercarse a mi con su estúpida sonrisita y mirada coqueta solo quise golpearlo pero sabia que no podía hacerle eso, no cuando debemos fingir amarnos como Homero y Morticia Adams, pero la sorpresa me la lleve yo cuando sus labios chocaron con los míos, me jode admitirlo pero el pelirrojo no besa nada mal, hasta podría jurar que en lo mas profundo de mi alma oscura esta pidiendo que vuelva hacerlo.

Y por esos pensamientos es que mi genio esta horriblemente intocable esta mañana, me odio a mi misma por desear que me bese de nuevo.

¡No puedes pensar eso Morgan! es horrible...

Es horrible porque se que debemos besarnos siempre y cuando sea necesario.

—Horrible, su mal aliento casi me quita el olfato y sus dientes chocaron contra los míos—miento haciendo reír a mi dúo—, y tenerlo de frente es darse cuenta de que tiene un ojo visco.

Fingiendo ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora