Epilogo Parte 2

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2 años después del primer epilogo...

POV AIDEN

—Deja de comerte el chocolate Chelsea—digo al ver como descaradamente se lleva un dedito lleno de chocolate a la boca.

Me sonríe con picardía.

—Solo un potito mas papi—dice mi razón de existir señalándome su dedito babeado.

Niego a mi mismo porque nunca soy capaz de decirle que no, no a ella.

Me acerco a la encimera donde ella se encuentra sentada junto al bol de la masa y la nata de chocolate, la muevo un poquito mas cerca de mi sacándole una risita cuando beso sus mejillas regordetas.

Jamás me cansare de besarla.

—Pero solo un poco por que si tu madre se llega a enterar que te estoy dando dulce va estrangularme—le aviso, ella tanto como yo sabemos lo que pasa cuando Morgan se molesta.

—Gacias papi—dice risueña mientras vuelve a hundir su dedito en el chocolate para luego llevarlo a su boquita embarrando sus mejillas.

Chelsea es perfecta, es la bebe mas preciosa que jamás había visto.

Cabe mencionar que me encuentro orgulloso de ser su papa.

La observo comer, ella es tan pero tan preciosa como Morgan que es literalmente ver una versión pequeña de Morgan, todo es idéntico, sus facciones delicadas, su piel blanca y esos bonitos ojos verdes que son mi perdición y por lo que matare cuando se le ocurra presentarme un novio en el futuro...un futuro muy lejano espero.

Lo único que saco de mi son el cabello rojo y alborotado con el cual Morgan batalla cada día, además de miles de pequitas en su nariz y mejillas que son la debilidad de todos. Varias veces me he encontrado a Morgan besando su naricita diciéndole que ama sus pecas tanto como las mías.

El corazón se me llena de amor al recordarlo.

Chelsea tiene mas de dos años pero son suficientes para que sea una niña traviesa y llena de energía, tiene un sentido del humor tan peculiar como el mío además de un poco del genio jodido de mi mujer el cual me saca canas verdes pero no hay nada que pueda hacer, mi hija es la luz de mi vida y estoy feliz y orgulloso de quien es y en lo que se convertirá en un futuro gracias a que intentamos educarla de la mejor manera.

—Chelsea Donovan ¿se puede saber que estas comiendo?—la voz de Morgan nos sobresalta y ambos perdemos el color del rostro porque hemos sido atrapados. Me giro cubriendo a Chelsea y me encuentro con la mirada seria de mi novia quien tiene los ojitos pequeños ya que se encontraba durmiendo, anoche estuvo trabajando en una pintura hasta tarde.

—¿Chelsea? ¿Quién es Chelsea?—pregunto ganándome una mala mirada, bajo mi vista a su cuerpo y siento mi respiración acelerarse al ver su diminuto pijama ajustado a sus pechos y piernas, mmmm...

—Pues la niña que escondes tras de ti Aiden, nuestra hija—dice de brazos cruzados, siento un movimiento tras de mi.

—Mami, papi me dejo comel chocholate—dice la traidora tras de mi estirando sus bracitos a su madre quien se acerca a tomarla en sus brazos, veo a Chelsea y es mas que obvio lo que hacia tiene la mayoría del rostro negro, casi quiero reírme.

—Aiden sabes que no debes caer bajo su manipulación, no puede comer tanta azúcar—me riñe la mujer que amo, me acerco a ellas para rodearlas con mis brazos.

—Perdóname preciosa pero un poco no le hará daño, prometo que no volverá a pasar—digo besando su rostro serio que se suaviza de inmediato ante mi toque, incluso me sonríe.

Fingiendo ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora