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La noche había caído sobre Forks, y la tenue luz de la luna se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Carlisle y Anahira. La habitación estaba decorada con un gusto clásico, mezclando el estilo gótico con toques modernos, reflejando la unión de sus vidas a lo largo de los siglos.
Anahira estaba sentada en el alféizar de la ventana, su mirada perdida en el bosque oscuro. Su mente viajaba a un recuerdo reciente, cuando había encontrado un cuerpo en el bosque, un claro indicio de que había vampiros cazando cerca.
La preocupación y la responsabilidad que sentía la mantenían en silencio, inmersa en sus pensamientos.
Carlisle, notando su inquietud, se acercó a ella con una sonrisa suave.
-¿En qué piensas, mi amor?.
preguntó con un tono cariñoso, acercándose lentamente.
Anahira lo miró, forzando una pequeña sonrisa.
-Solo estoy recordando algo.
respondió evasivamente.
Carlisle se sentó a su lado, pasando un brazo por sus hombros.
-Déjame adivinar. dijo con un toque de coquetería.
-estás pensando en cómo nos conocimos. Es uno de mis recuerdos favoritos.
Anahira dejó escapar una risa ligera, apreciando su intento de distraerla.
-Es un buen recuerdo.
admitió, apoyando la cabeza en su hombro.
-Recuerdo la primera vez que te vi.
continuó Carlisle, su voz suave y llena de nostalgia.
-Era solo un niño, pero nunca olvidaré cómo te veías. Como un ángel.
Anahira levantó la vista hacia él, sus ojos brillando con un amor profundo.
-Y luego, cuando me encontraste de nuevo... ya siendo un cazador de vampiros, pensé que ibas a matarme.
Carlisle la abrazó más fuerte, besando su cabello.
-No podía. Desde ese momento en el bosque, supe que eras alguien especial. Alguien a quien debía proteger, no destruir.
-¿Y cuando te convertiste en vampiro?.
preguntó Anahira suavemente, aún sintiendo la necesidad de proteger sus propios secretos.
-Pensaba en ti todo el tiempo.
confesó Carlisle.
-Decidí ser vegetariano porque no podía soportar la idea de que me vieras como un monstruo. Cada decisión que tomé, fue con la esperanza de que algún día, pudiera encontrarme contigo y que me aceptarías.