Atardecer 1 ∆ parte 7

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Desde el momento en que dejó su hogar, Carlisle se embarcó en una búsqueda incansable de Anahari. Viajó por toda Europa, visitando cada universidad importante, perfeccionando su dieta de sangre animal y buscando cualquier pista que pudiera llevarle a ella.

Se matriculó en las mejores instituciones de medicina, decidido a utilizar su inmortalidad para el bien, ayudando a los demás mientras continuaba su búsqueda.

Cada noche, mientras estudiaba bajo la tenue luz de una lámpara de aceite, pensaba en Anahari. ¿Dónde estaría? ¿Qué estaría haciendo en ese preciso momento? Se preguntaba si ella también pensaba en él, o si su encuentro en el bosque había sido tan insignificante para ella como lo era inolvidable para él.

Carlisle había pasado años perfeccionando su dieta de sangre animal. Desde el momento en que decidió no convertirse en un monstruo, había trabajado incansablemente para mantener su humanidad. Sus primeros intentos fueron difíciles y dolorosos, pero su determinación y su amor por Anahari le dieron la fuerza necesara para continuar.

Carlisle se encontraba en una pequeña habitación en una pensión de París, donde había decidido asentarse temporalmente para estudiar medicina en la Universidad de la Sorbona. La ciudad, con su vibrante vida nocturna y su historia rica, no lograba distraerlo de los pensamientos que lo atormentaban cada noche
y sus noches cazando animales para satisfacer su sed de sangre.

Una noche, después de un largo día de clases y prácticas, Carlisle decidió aventurarse más profundamente en el bosque. Sabía que para perfeccionar su dieta, necesitaba enfrentarse a desafíos mayores. Los pequeños animales que había estado cazando no eran suficientes para controlar su sed

-Esta noche, voy a cazar un ciervo.

se dijo a sí mismo mientras se adentraba en la espesura del bosque.

-Necesito probarme que puedo hacerlo, que puedo controlar mi sed sin dañar a los humanos.

El bosque estaba en silencio, solo el crujir de las hojas bajo sus pies y el murmullo distante de un arroyo rompían la tranquilidad nocturna.

Carlisle agudizó sus sentidos, buscando cualquier señal de su presa. Después de unos minutos, detectó el suave batir de un corazón en a distancia. Un ciervo joven estaba pastando cerca de un claro.

Carlisle se movió con la gracia y rapidez de un depredador, acercándose al ciervo sin hacer ruido.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se lanzó hacia adelante, atrapando al animal con una precisión mortal. Mientras bebía la sangre del ciervo, se concentró en mantener su mente clara, recordando por qué lo hacía.

-Anahari.

susurró mientras el sabor metálico de la sangre llenaba su boca.
-Esto es por ti, para no convertirme en un monstruo.

𝔈𝔱𝔢𝔯𝔫𝔞 𝔟ú𝔰𝔮𝔲𝔢𝔡𝔞 °•° ᶜᵃʳˡⁱˢˡᵉ ᶜᵘˡˡᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora