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Después de haber visto a Anahari en su adultez y haberla vuelto a perder, Carlisle Cullen se hundió en una profunda depresión. Los siguientes días fueron un torbellino de emociones abrumadoras que lo dejaron sintiéndose vacío y desorientado.
Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Anahari huyendo se repetía una y otra vez en su mente, como una pesadilla recurrente de la que no podía escapar.
Los primeros días después del encuentro fueron los peores. Carlisle se recluyó en su hogar, evitando cualquier contacto con el mundo exterior.
La casa que antes había sido un refugio ahora se sentía como una prisión. Pasaba horas encerrado en su habitación, rodeado de recuerdos de su infancia y de su familia. Miraba el anillo de Anahari una y otra vez, aferrándose a él como si fuera su única ancla en un mar de desesperación.
Aferrándose a dibujar su hermoso rostro de enorme belleza el cual no había cambiado para nada,desde la última vez que siendo un infante la vio, y escribiendo cartas y poemas con el destinatario ya sabido, haciendo esto como si fuera a calmar la llama de dolor que dentro de el día a día creía.
No tenía apetito, y la comida que intentaba consumir le sabía a cenizas. Las noches eran interminables y los días, apenas distinguibles de la oscuridad. El tiempo parecía haberse detenido, y cada segundo era una eternidad de dolor.
Carlisle pasaba horas reflexionando sobre su encuentro con Anahari. Se preguntaba si podría haber hecho algo diferente, si podría haber encontrado las palabras adecuadas para detenerla. La culpa lo consumía, y cada pensamiento lo llevaba a un abismo más profundo.
-¿Por qué huyó de mí?".
se preguntaba una y otra vez.
-¿Es mi destino estar siempre separado de ella?
Las lágrimas eran sus compañeras constantes, y la soledad se apoderó de su corazón. Incluso cuando estaba rodeado de las pertenencias de su familia, se sentía completamente solo. Los recuerdos felices de su infancia ahora eran dolorosos recordatorios de lo que había perdido.
Desesperado por encontrar algún tipo de consuelo, Carlisle se sumergió en los libros y escritos antiguos que había heredado de su padre. Pasaba horas en la biblioteca, buscando respuestas en textos religiosos y filosóficos. Quería entender el propósito de su sufrimiento y encontrar alguna señal de esperanza en medio de la oscuridad.
-¿Es esto una prueba de mi fe?.
se preguntaba mientras leía las Escrituras.
-¿Estoy destinado a sufrir para demostrar mi amor por Anahari?.
A pesar de sus esfuerzos, las respuestas seguían siendo esquivas. La desesperación se convirtió en su sombra constante, y la depresión amenazaba con consumirlo por completo.
