CAPÍTULO 9. VOCIFERADOR

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Al día siguiente, las cosas fueron de mal en peor desde el desayuno en el Gran Comedor. Harry y Ron se sentaron en la mesa de Gryffindor junto a Sky y Hermione, que tenía su ejemplar de Lockhart, ella dijo con frialdad «buenos días», en cambio Sky les sonrío tímidamente, no quería hacer enojar a Hermione.

 Harry y Ron se sentaron en la mesa de Gryffindor junto a Sky y Hermione, que tenía su ejemplar de Lockhart, ella dijo con frialdad «buenos días», en cambio Sky les sonrío tímidamente, no quería hacer enojar a Hermione

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—El correo llegará en cualquier momento —comentó Neville quien estaba sentado a un lado de Sky—; supongo que mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado.

De repente, una cosa gris cayó sobre la taza de Hermione, salpicándolos a todos de leche y plumas.

—¡Errol! —dijo Ron, sacando por las patas a la lechuza.»¡No…! —exclamó Ron.

—No te preocupes, no está muerto —dijo Sky, tocando a  Errol— Pobrecito.

—No es por eso… sino por esto. Ron señalaba el sobre rojo.

A Harry no le parecía que tuviera nada de particular, pero Ron, Neville y Sky lo miraban como si pudiera estallar en cualquier momento.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry.

—Me han enviado un vociferador —dijo Ron con un hilo de voz.

—¡Oh! ¡Por Merlín! Ronnie esto no es bueno… —dijo Sky mientras veía el sobre rojo como si fuera un explosivo.

—Será mejor que lo abras, Ron —dijo Neville, en un tímido susurro—. Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y… —tragó saliva— fue horrible.

Harry contempló los tres rostros aterrorizados y luego el sobre rojo.

—¿Qué es un vociferador? —dijo.

—Ya lo verás Rayito, no es nada bueno…

—Ábrela —urgió Neville— Será cuestión de unos minutos.

Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió, en el salón se oyó un grito tan potente.

—… ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE VEA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA…

—… ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA DE LA VERGÜENZA, NO TE HEMOS CRIADO PARA QUE TE COMPORTES ASÍ, HARRY Y TÚ PODRÍAN HABERSE MATADO…

—… COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDAGACIONES, TODO POR CULPA TUYA, Y SI VUELVES A HACER OTRA, POR PEQUEÑA QUE SEA, TE SACAREMOS DEL COLEGIO.

Se hizo un silencio en el que resonaban aún las palabras de la carta. Harry y Ron se quedaron aturdidos, Sky se tapaba la cara del miedo. Algunos se rieron y, poco a poco, el habitual alboroto retornó al salón.

Hermione cerró el libro de Lockhart y miró a Ron, que seguía encogido.

—Bueno, no sé lo que esperabas, Ron, pero tú…

—No me digas que me lo merezco —atajó Ron.

—Bueno lo olvidarán, no te preocupes Ronnie, hablaré con mi tío por lo de tú papá. —dijo Sky mientras abrazaba a Ron.

Harry no escucho lo último ya que sentía culpabilidad, el señor Weasley tendría que afrontar una investigación en su trabajo.Pero no tuvo demasiado tiempo para pensar en aquello, porque la profesora McGonagall recorría la mesa de Gryffindor entregando los horarios. Harry cogió el suyo y vio que tenían en primer lugar dos horas de Herbología con los de Hufflepuff.

Sky Swift y la Cámara de los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora