Un nuevo año juntos, más aventuras, más problemas, algunos secretos y tal vez algunos sentimos flotando...
La historia le pertenecen a J.K Rowling, solo algunas partes son mías y el personaje de Sky.
Durante las vacaciones de Semana Santa, después de hablar de Hagrid, y llegar a la conclusión que no fue él. Había llegado el momento de elegir optativas para el curso siguiente.
—Podría afectar a todo nuestro futuro —dijo Hermione a Sky, Harry y Ron, mientras repasaban la lista de las nuevas materias.
—Lo único que quiero es no tener Pociones —dijo Harry.
—Imposible —dijo Ron con tristeza— Seguiremos con todas las materias que tenemos ahora. Si no, yo me libraría de Defensa Contra las Artes Oscuras.
—¡Pero si ésa es muy importante! —dijo Hermione, sorprendida.
—También Posiciones —dijo Sky mientras leía la lista.
—No tal como la imparte Lockhart —repuso Ron— Lo único que me ha enseñado es que no hay que dejar sueltos a los duendecillos.
—¡Eso es verdad! —dijo Sky escribiendo sus materias, ya sabía que iba a meter.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Cuáles meterás Sky? —preguntó Harry quería estar con ella, pero en eso llegó Percy Weasley, contándole cuales debería escoger.
Pero lo único que a Harry le parecía que se le daba realmente bien era el quidditch. Terminó eligiendo las mismas optativas que Ron, pensando que si era muy malo en ellas, al menos contaría con alguien que podría ayudarle.
A Gryffindor le tocaba jugar el siguiente partido de quidditch contra Hufflepuff. Wood los machacaba con entrenamientos en equipo cada noche después de cenar, Harry no tenía tiempo para nada más, que los deberes y por lo menos, podía estar con Sky.
La noche anterior al partido del sábado se fue a la cama pensando que Gryffindor nunca había tenido más posibilidades de ganar la copa.
Pero, al final de las escaleras que conducían al dormitorio se encontraron con Neville Longbottom, que lo miraba desesperado, y Sky, que se iba a ir también a descansar lo vio.
—Harry, no sé quién lo hizo. Yo me lo encontré… Neville abrió la puerta, Sky y Harry entraron al dormitorio.
El contenido del baúl de Harry estaba esparcido por todas partes, todo revuelto hasta la cama.
—¡Por Merlín! —exclamó Sky asustada.
En el momento en que Sky, Neville y él hacían la cama, entraron Ron, Dean y Seamus. Dean gritó:
—¿Qué ha sucedido, Harry?
—No tengo ni idea —contestó.
—Alguien ha estado buscando algo —dijo Sky.
—¿Qué te falta? —preguntó Ron.
Harry empezó a coger sus cosas y a dejarlas en el baúl.
—Se han llevado el diario de Ryddle —dijo a Sky y Ron en voz baja.
—¿Qué? —dijeron los dos, bajaron corriendo hasta la sala común y encontraron a Hermione, sentada, sola, leyendo un libro. A Hermione la noticia la dejó aterrorizada.
—Pero… sólo puede haber sido alguien de Gryffindor. Nadie más conoce la contraseña.
