CAPÍTULO 10. LOCKHART Y LA FOTO.

26 1 0
                                    

Harry, Ron, Sky y Hermione llegaron al invernadero cuando vieron a la Profesora Sprout  acercarse con paso decidido a través de la explanada, acompañada por Gilderoy Lockhart.

—¡Hola, qué hay! —saludó Lockhart, sonriendo al grupo de estudiantes—. Estaba explicando a la profesora Sprout la manera en que hay que curar a un sauce boxeador. ¡Pero no quiero que piensen que sé más que ella de botánica! Lo que pasa es que en mis viajes me he encontrado varias de estas especies exóticas y…

—¡Hoy iremos al Invernadero 3, muchachos! —dijo la profesora Sprout, que parecía claramente disgustada.

Harry se disponía a entrar detrás de Ron, Sky y Hermione cuando Lockhart lo detuvo sacando la mano rápidamente.

—¡Harry! Quería hablar contigo… Profesora Sprout, no le importa si retengo a Harry un par de minutos, ¿verdad?

—Sky… —le susurró Harry pidiendo ayuda con la mirada.

—Lo siento Rayito, no lo soporto —le susurro de regreso Sky, pidiendo perdón con la mirada, mientras entraba con los demás al invernadero.

—Sólo un momento —y le cerró la puerta del invernadero en las narices.

—Harry —dijo Lockhart— Harry, Harry, Harry.

Harry no dijo nada. Estaba completamente perplejo. Y luego de que Sky lo abandonará, se sentía realmente incómodo.

—Nunca nada me había impresionado tanto como esto, ¡llegar a Hogwarts volando en un coche! Claro que enseguida supe por qué lo habías hecho.

—Te metí el gusanillo de la publicidad, ¿eh? —dijo Lockhart— Le has encontrado el gusto. Te viste compartiendo conmigo la primera página del periódico y no pudiste resistir salir de nuevo.

—No, profesor, verá…

—Harry, Harry, Harry —dijo Lockhart— Lo comprendo. Es natural querer probar un poco más una vez que uno le ha cogido el gusto. Y me avergüenzo de mí mismo por habertelo hecho probar, porque es lógico que se te subiera a la cabeza.

<<Pero mira, muchacho, no puedes ir volando en coche para convertirte en noticia. Tienes que tomarlo con calma, ¿de acuerdo? Ya tendrás tiempo para estas cosas cuando seas mayor.

<<Sí, sí, ya sé lo que estás pensando: «¡Es muy fácil para él, siendo ya un mago de fama internacional!» Pero cuando yo tenía doce años, era tan poco importante como tú ahora. ¡De hecho, creo que era menos importante!

<<Quiero decir que hay gente que ha oído hablar de ti, ¿no?, por todo ese asunto con El-que-no-debe-ser-nombrado —Contempló la cicatriz en forma de rayo que Harry tenía en la frente.

<<Lo sé, lo sé, no es tanto como ganar cinco veces seguidas el Premio a la Sonrisa más Encantadora, concedido por la revista Corazón de bruja, como he hecho yo, pero por algo hay que empezar. Le guiñó un ojo y se alejó con paso seguro.

Entró al invernadero y la profesora Sprout estaba en el centro del invernadero, sobre ella había unas veinte orejeras.

Cuando Harry ocupó su sitio entre Ron y Hermione, Sky estaba del lado de Hermione, la profesora dijo:

—Hoy nos vamos a dedicar a replantar mandrágoras. Veamos, ¿quién me puede decir qué propiedades tiene la mandrágora?

Hermione fue la primera en alzar la mano.

—La mandrágora, o mandrágula, es un reconstituyente muy eficaz —dijo Hermione— Se utiliza para volver a su estado original a la gente que ha sido transformada o encantada.

Sky Swift y la Cámara de los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora