CAPÍTULO 16. PROBLEMAS

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—¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasa? —Argus Filch se abría paso a empujones. Vio a la Señora Norris y se echó atrás horrorizado.

—¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris? —chilló, mientras se fijó en Harry— ¡Tú! —chilló— ¡Tú! ¡Tú has matado a mi gata! ¡Tú la has matado! ¡Y yo te mataré a ti! ¡Te…!

—¡Argus! —Había llegado Dumbledore, seguido de otros profesores.

—Ven conmigo, Argus —dijo a Filch— Vosotros también, Potter, Swift, Weasley y Granger.

Lockhart se adelantó algo asustado.

—Mi despacho es el más próximo, director, nada más subir las escaleras. Puede disponer de él.

—Gracias, Gilderoy —respondió Dumbledore.

Cuando entraron en el oscuro despacho de Lockhart, hubo gran revuelo en las paredes. Dumbledore dejó a la Señora Norris sobre la pulida superficie y se puso a examinarla.

—Puede concluirse que fue un hechizo lo que le produjo la muerte…, quizá la Tortura Metamórfica. He visto muchas veces sus efectos. Es una pena que no me encontrara allí, porque conozco el contrahechizo que la habría salvado.

—… Recuerdo que sucedió algo muy parecido en Uagadugú —dijo Lockhart— una serie de ataques. La historia completa está en mi autobiografía. Pude proveer al poblado de varios amuletos que acabaron con el peligro inmediatamente.

Finalmente, Dumbledore se incorporó.

—No está muerta, Argus —dijo con cautela.

—¿Que no está muerta? —preguntó Filch entre sollozos— ¿Y por qué está rígida?

—La han petrificado —explicó Dumbledore.

—¡Oh no! Pobrecita… —susurró Sky mientras abrazaba a Harry.

—Ah, ya me parecía a mí… —dijo Lockhart.

—Pero no podría decir cómo…

—¡Pregúntele! —chilló Filch, volviendo a Harry.

—Ningún estudiante de segundo curso podría haber hecho esto —dijo Dumbledore con firmeza— Es magia oscura muy avanzada.

—¡Lo hizo él! —saltó Filch— ¡Ya ha visto lo que escribió en el muro! Él encontró… en la conserjería… Sabe que soy, que soy un… —Filch hacía unos gestos horribles— ¡Sabe que soy un squib! —concluyó.

—¡No he tocado a la Señora Norris! —dijo Harry— Y ni siquiera sé lo que es un squib. Volteó a ver a Sky, eso es lo que le iba a preguntar, ella sabía… ¿pero que era un squib? Ella tenía cara de enojada con Flich.

—¡Mentira! —gruñó Filch— ¡Él vio la carta de Embrujorrápid!

—Si se me permite hablar, señor director —dijo Snape— Potter y sus amigos simplemente podrían haberse encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno —dijo— sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween?

Harry, Sky, Ron y Hermione se pusieron a dar a la vez una explicación sobre la fiesta de cumpleaños de muerte.

—… había cientos de fantasmas que podrán testificar que estábamos allí —dijo Sky en tono seguro, y mirando al profesor Snape

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—… había cientos de fantasmas que podrán testificar que estábamos allí —dijo Sky en tono seguro, y mirando al profesor Snape.

—Pero ¿por qué no se unieron a la fiesta después? —preguntó Snape— ¿Por qué subieron al corredor?

—Porque…, porque… —dijo Harry, con el corazón latiendo a toda prisa, pensando en qué decir.

—Porque estábamos cansados y queríamos ir a la cama —dijo Sky de repente, con seguridad.

—¿Sin cenar? —preguntó Snape con una sonrisa de triunfo— No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas comida buena para los vivos.

—No teníamos hambre —dijo Ron y las tripas le rugieron en aquel preciso instante.

—Tengo la impresión, señor director, de que Potter no está siendo completamente sincero —dijo— Podría ser una buena idea privarle de determinados privilegios hasta que se avenga a contarnos toda la verdad. Personalmente, creo que debería ser apartado del equipo de quidditch de Gryffindor hasta que decida no mentir.

—Francamente, Severus —dijo la profesora McGonagall bruscamente— no veo razón para que el muchacho deje de jugar al quidditch. Este gato no ha sido golpeado en la cabeza con el palo de una escoba. No tenemos ninguna prueba de que Potter haya hecho algo malo.

—Es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Severus —dijo con firmeza.

—¡Han petrificado a mi gata! —gritó— ¡Exijo que se castigue a los culpables!

—Podremos curarla, Argus —dijo Dumbledore— La profesora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris.

—La haré yo —acometió Lockhart— Creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido.

—Disculpe —dijo Snape con frialdad— pero creo que el profesor de Pociones de este colegio soy yo.

—Pueden irse —dijo Dumbledore.

Se fueron deprisa pero sin correr. Ya en un aula vacía ante la mirada de sus amigos.

—¿Creen que tendría que haberles hablado de la voz que oí?

—No —dijo Ron sin dudar— Oír voces que nadie puede oír no es buena señal, ni siquiera en el mundo de los magos.

—Tú me crees, ¿verdad? —Harry volteó a ver a Sky con nerviosismo, no quería que ella dudará de él, sobre todo ella.

—Por supuesto, Rayito, no lo dudes —contestó Sky rápidamente.

— Pero… tienes que admitir que parece raro… —dijo Ron agarrando la mano de Sky.

—Sí, ya sé que parece raro —admitió Harry— Todo el asunto es muy raro. ¿Qué era lo que estaba escrito en el muro? «La cámara ha sido abierta.» ¿Qué querrá decir?

—El caso es que me suena un poco, ¿no crees Sky? —dijo Ron despacio, Sky se quedó pensando pero no se acordaba, tendría que preguntarle a su tío o primos— Creo que alguien me contó una vez una historia de que había una cámara secreta en Hogwarts…; a lo mejor fue Bill.

—¿Y qué demonios es un squib? —preguntó Harry. Para sorpresa de Harry, Ron ahogó una risita.

—Bueno, no es que sea divertido realmente… pero tal como es Filch… —dijo Ron divertido.

—¡Ah! Es lo que te iba a decir cuando me contaste de la carta, y no es divertido, un squib es alguien nacido en una familia de magos, pero que no tiene poderes mágicos. Todo lo contrario a los magos hijos de familia muggle, sólo que los squibs son casos muy raros. Si Filch está tratando de aprender magia mediante un curso de Embrujorrápid, seguro que es un squib —explicó Sky.

—Eso explica muchas cosas, como que odie tanto a los estudiantes —Ron sonrió con satisfacción— Es un amargado.

—Es medianoche —señaló Harry—. Es mejor que nos vayamos a dormir antes de que Snape nos encuentre y quiera acusarnos de algo más.

Sky Swift y la Cámara de los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora