CAPÍTULO 31. LA CÁMARA DE LOS SECRETOS

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Después del desayuno no vieron a Sky, pero asumieron que estaba con Ginny, pero estaban ansiosos por verla, ya que ella sabía la verdad sobre el monstruo. Querían ir a ver a Myrtle y preguntarle así que se encaminaron hacia allá, pero en eso escucharon una voz.

—¡Potter! ¡Weasley! ¿Qué están haciendo? Era la profesora McGonagall con aspecto enojado.

—Estábamos… estábamos… —balbució Ron— Íbamos a ver…

—A Hermione —dijo Harry— Hace mucho que no la vemos, profesora, y pretendíamos colarnos en la enfermería, ya sabe, y decirle que las mandrágoras ya están casi listas y, bueno, que no se preocupara.

—Naturalmente —dijo— Naturalmente, comprendo que todo esto ha sido más duro para los amigos de los que están… Lo comprendo perfectamente. Sí, Potter, claro que pueden ver a la señorita Granger. Informaré al profesor Binns de dónde han ido. Diganle a la señora Pomfrey que les he dado permiso.

La señora Pomfrey los dejó entrar, pero a regañadientes.

—No sirve de nada hablar a alguien petrificado —les dijo.

Harry miraba la mano derecha, aferraba en el puño un trozo de papel estrujado.

—Intenta sacárselo —susurró Ron ocultando a Harry de la vista de la señora Pomfrey.

Era una página arrancada de un libro muy viejo.

“De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes. Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijen su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte. Las arañas huyen del basilisco, pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal.«Cañerías.»”.

—Ron —musitó Harry— ¡Esto es! Aquí está la respuesta. El monstruo de la cámara es un basilisco, ¡una serpiente gigante! Sky tenía razón, por eso solo yo he oído a veces esa voz por todo el colegio, y nadie más la ha oído: porque yo comprendo la lengua pársel…

—El basilisco mata a la gente con la mirada. Pero no ha muerto nadie. Porque ninguno de ellos lo miró directo a los ojos. Colin lo vio a través de su cámara de fotos. Justin… ¡Justin debe de haber visto al basilisco a través de Nick Casi Decapitado! Nick lo vería perfectamente, pero no podía morir otra vez… Y a Hermione y la prefecta de Ravenclaw las hallaron con aquel espejo al lado.

—¿Y la Señora Norris? —susurró con interés.

—El agua…, la inundación que venía de los aseos de Myrtle la Llorona. Seguro que la Señora Norris sólo vio el reflejo…

—¡El basilisco sólo huye del canto del gallo, que para él es mortal! —leyó en voz alta— ¡Mató a los gallos de Hagrid! ¡Las arañas huyen del basilisco! ¡Todo encaja!

—Pero ¿cómo se mueve el basilisco por el castillo? —dijo Ron— Una serpiente asquerosa… alguien tendría que verla…

—Cañerías —leyó— Cañerías… Ha estado usando las cañerías, Ron. Y yo he oído esa voz dentro de las paredes…

—¡La entrada de la Cámara de los Secretos! —dijo Ron con la voz quebrada— ¿Y si es uno de los aseos? ¿Y si estuviera en…?

—… los.aseos de Myrtle la Llorona —terminó Harry.

Sky Swift y la Cámara de los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora