CAPÍTULO 20. ¿UN BRAZO SIN HUESOS?

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El sábado por la mañana Harry y Sky, después del desayuno se dirigieron hacia el estadio de quidditch. Ron y Hermione les desearon suerte y entraron a la carpa de jugadores, donde se encontraba ya todo el equipo listo, Wood iba a dar un discurso, el habitual; Sky se acercó a la chicas y Harry se quedó junto a los gemelos Weasley.

—Los de Slytherin tienen mejores escobas que nosotros —comenzó— eso no se puede negar. Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias climatológicas, y vamos a hacer que se arrepientan del día en que dejaron que ese pequeño canalla, Malfoy, les comprara un puesto en el equipo.

—Es misión tuya, Harry, demostrarles que un buscador tiene que tener algo más que un padre rico. Tienes que coger la snitch antes que Malfoy, o perecer en el intento, porque hoy tenemos que ganar.

—Así que no te sientas presionado, Harry —le dijo Fred, guiñándole un ojo.

Cuando salieron al campo, la señora Hooch, hizo que Flint y Wood se dieran la mano.

—Suerte Rayito, lo harás increíble, te quiero —dijo Sky a Harry, mientras lo abrazaba, y luego se fue con la chicas para prepararse; éste se puso colorado, pero por dentro pensó que iba a ganar y le dedicaría esa snitch.

—Cuando toque el silbato —dijo la señora Hooch— tres…, dos…, uno…

—¿Todo bien por ahí, cabeza rajada? —le gritó Malfoy, saliendo disparado por debajo de él para demostrarle la velocidad de su escoba.

Harry no tuvo tiempo de replicar. En ese instante iba hacia él una bludger negra y pesada; faltó tan poco para que le golpeara.

—¡Por qué poco, Harry! —le dijo George, pasando por su lado como un relámpago, con el bate en la mano, listo para devolver la bludger contra Slytherin. Ron, para sorpresa de ellos, la bludger, regresaba hacia Harry todas las veces, intentando derribarlo.

Fred Weasley aguardaba en el otro extremo. Harry se agachó para que Fred golpeara a la bludger con todas sus fuerzas.

—¡Ya está! —gritó Fred contento, pero se equivocaba: como si fuera atraída magnéticamente por Harry, la bludger volvió a perseguirlo.

—Alguien… está… manipulando… esta… bludger… —gruñó Fred, golpeándola con todas sus fuerzas.

—Hay que detener el juego —dijo George, intentando hacerle señas a Wood, quien captó el mensaje.

La señora Hooch hizo sonar el silbato y Harry, Fred y George bajaron al césped, todavía tratando de evitar a la bludger loca.

—¿Qué ocurre? —preguntó Wood, cuando el equipo de Gryffindor se reunión— Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿dónde estaban cuando la bludger le impidió marcar a Angelina?

—Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry —dijo George enfadado, Sky hizo una exclamación de sorpresa y angustia, se acerco rápido a Harry, quien la tranquilizó con la mirada.— Alguien la ha manipulado…, no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.

—Pero las bludger han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada… —dijo Wood, perplejo.

La señora Hooch iba hacia ellos. Detrás se podía ver al equipo de Slytherin burlándose.

—Escuchen —les dijo Harry— con ustedes  dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Vuelvan a proteger al resto del equipo y déjenme que me las arregle solo con esa bludger loca.

Sky Swift y la Cámara de los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora