Un nuevo año juntos, más aventuras, más problemas, algunos secretos y tal vez algunos sentimos flotando...
La historia le pertenecen a J.K Rowling, solo algunas partes son mías y el personaje de Sky.
Durante unos días, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo que le habían hecho a la Señora Norris.
Ginny Weasley parecía muy afectada por el destino de la Señora Norris. Según Ron, era una gran amante de los gatos.
-Pero si no conocías a la Señora Norris -le dijo Ron para animarla- La verdad es que estamos mucho mejor sin ella -A Ginny le tembló el labio.
-¡Ron! No eres de mucha ayuda, mira Ginny, cosas como éstas no suelen suceder en Hogwarts. Atraparán al que haya sido y lo echarán de aquí inmediatamente. Nada te pasará, ¿de acuerdo? Estamos juntas en esto y siempre -dijo Sky mientras abrazaba a Ginny y ella asentía con la cabeza.
-Sólo espero que le dé tiempo a petrificar a Filch antes de que lo expulsen. Esto es broma... -añadió apresuradamente, al ver que Ginny se ponía blanca, y Sky lo miraba con esos ojos de enojo.
Harry se había tenido que quedar después de la clase de Pociones, porque Snape le había mandado limpiar los gusanos de los pupitres.
Tras comer apresuradamente, subió para encontrarse con Ron y Sky en la biblioteca, donde vio a Justin Finch-Fletchey, cuando Justin lo vio, cambió de repente de rumbo y se marchó deprisa.
Harry encontró a Ron al fondo de la biblioteca, midiendo sus deberes de Historia de la Magia.
-No puede ser, todavía me quedan veinte centímetros... -dijo furioso Ron soltando el pergamino- y Hermione ha llegado al metro y medio con su letra diminuta.
-¿Dónde está? ¿Y Sky?-preguntó Harry, cogiendo la cinta métrica y desenrollando su trabajo.
-En algún lado por allá -respondió Ron- Buscando otro libro. Creo que quiere leer la biblioteca entera antes de Navidad. Y Sky ahí viene -señalando a Sky que se había recogido su cabello en un moño y caminaba con un libro en la mano, cuando Harry la vio, se le quedó viendo embobado, era tan bonita, un sentimiento surgió dentro de él, pero no sabía qué era.
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Cuando Sky se sentó y Harry les contó que Justin Finch-Fletchey lo había esquivado y se había alejado de él a toda prisa.
-No sé por qué te preocupa, si siempre has pensado que era un poco idiota -dijo Ron- Todas esas tonterías sobre lo maravilloso que es Lockhart...
Hermione surgió de entre las estanterías.
-No queda ni uno de los ejemplares que había en el colegio; se han llevado la Historia de Hogwarts -dijo, sentándose junto a Sky- Y hay una lista de espera de dos semanas. Lamento haberme dejado en casa mi ejemplar, pero con todos los libros de Lockhart, no me cabía en el baúl.
-¿Para qué lo quieres? -le preguntó Harry.
-Para lo mismo que el resto de la gente -contestó Hermione- para leer la leyenda de la Cámara de los Secretos.
-¿Qué es eso? -preguntó Harry al instante.
-Eso quisiera yo saber. Pero no lo recuerdo -contestó Hermione- Y no consigo encontrar la historia en ningún otro lado.
