Capitulo XI

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Navidad.

Había pasado más de un mes desde que conocí a Adhara y antes de irnos a nuestras vacaciones Artem iba a cumplir su promesa de tener una cita con ella.

— Nos vemos en unas horas, pequeño.

— Claro, ¿Quieres que haga de cenar?

— Como tú quieras.

También había estado aprendiendo a cocinar porque no podía tener a Artem cocinando todo el tiempo.

Salió por la puerta y yo me quedé solo en la casa intentando hacer algo comestible para cenar, por lo que me decidí por lo más fácil, una pasta con tomate y queso, aunque dudo que me quedé comestible.

Al cabo de unas horas llegó Artem, parecia molesto y yo no sabía por qué.

— ¿Todo bien?

— Nada estuvo bien.

— ¿Qué ocurrió?

— Me amenazó con contarle a todos la verdad si no me volvía su novio.

— ¿Qué le dijiste?

Sentí un nudo en la garganta, había posibilidad de que él le hubiera dicho que si, había muchas posibilidades de que terminaramos.

— Que no me importaba, era mejor si todos se enteraban.

— ¿De verdad?

— Claro pequeño, siempre te elegiré a ti antes que a los demás.

— Gracias por todo.

— A ti, por cierto Adhara nos dejara de molestar hasta el día de la boda.

— Boda que no va a ocurrir, ¿Verdad?

— Claro pequeño, no va a ocurrir.

— ¿En serio nos vamos a ir antes de que te cases?

— Si, pequeño nos vamos a ir lejos de todos.

— Lejos del lugar donde nos conocimos.

— Cambiando de tema ya tienes las maletas hechas.

— Todavía no las termino.

— Recuerda que nos vamos en dos días.

— Aún no me has dicho a dónde.

— Es una sorpresa, lleva mucha ropa de invierno pequeño, la vamos a necesitar.

— Claro.

Entramos al cuarto y Artem me ayudó a terminar de empacar la maleta para poder irnos de viaje, dijo que regresariamos a casa para empacar más ropa y luego de eso iríamos a otro lugar.

— ¿Me vas a llevar a algún lugar lejos de aquí?

— Algo lejos, no te preocupes.

— Vale.

★★★

Pasaron dos días, los que faltaban para irnos, no sabía a dónde iríamos aunque podríamos estar un tiempo alla, estábamos en el aeropuerto ya que al parecer sería algo lejos.

— Me dijiste que te gustaba la nieve, ¿Cierto?

— ¿A dónde me vas a llevar?

— A un lugar con mucha nieve.

— ¡En serio!

— Si pequeño, ahora vamos al avión que de lo contrario perderemos el vuelo.

— Claro.

El parque de las mariposas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora