El parque de las mariposas

Capitulo XVI

Lugar seguro.

Llame a Catherine en cuanto descubrí que no le había contado a su hijo de mi existencia, él no sabía del matrimonio, no sabía nada y nunca se enteró de lo que pasó en el último mes.

— Hola Auritz, ¿Qué es lo que quieres?

— ¿Por hiciste eso?

— ¿Hacer qué?

— ¿Por qué no le contaste nada?

— Recuerdas tú y yo teníamos un trato, no es así, no lo rompí, él ya sabe de tu existencia.

— Nunca le contaste nada de mí, ¿Cierto?

— Porque tendría que hacerlo, él va a ser feliz con Adhara, no te recuerda ni a ti ni a su relación.

— No lo será que acaso no lo entendiste a la primera.

— Claro que lo hice, sabes deberías de dejar de preocuparte por él, no recuerda nada de lo que fueron.

— Somos algo.

— No lo son, haré que firme el acta de divorcio, será libre de ti.

— ¿Qué le hace creer que él firmara?

— ¿Qué te hace creer a ti que no firmara?

— Yo haré que él no firme, entienda él no va a ser feliz con Adhara ni porque me olvide.

— Lo será, nos vemos, cielo, Artem acaba de llegar.

— Nos vemos bruja — dije y colgué lo más rápido que pude, no le tenía miedo pero sí sabía que si me enojaba no dudaría en decirle unas cuantas cosas.

Estaba enojado y mucho, de verdad era una vieja bruja, como la odiaba, por su culpa tenía que esperar a que Artem recuperará la memoria, por ahora solo esperaba que no firmará ningún papel.

★★★

Estaba durmiendo cuando escuché que alguien tocaba la puerta, no esperaba a nadie pero de todas formas fui a abrir.

— Artem, ¿Qué haces aquí? — dije para mirarlo bien.

— Hola pequeño, me alegro de verte.

— ¿Qué te ocurrió? — había caído una tormenta fuera y él estaba empapado.

— ¿Puedo pasar?

— Claro entra.

Trate de ir por unas toallas y ropa limpia, aún conservaba unas cuantas prendas suyas porque eran las que estaban en la lavandería antes del accidente, pero no me dejó, me tomo de la muñeca impidiendome ir.

— No me dejes pequeño — eso me traía recuerdos pero no era el momento.

— Artem no te voy a dejar, iré por toallas y algo de ropa para que te cambies.

— ¿De dónde vas a sacar ropa?

— Ya lo verás, déjame ir por las cosas y regreso, ¿Si?