Capitulo XXI

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Cumpleaños.

Faltaban dos días para mí cumpleaños y Artem estaba actuando raro, ahora no había desaparecido por lo que no lograba descifrar su actitud, cada vez que nos veíamos o íbamos a hablar él se alejaba o simplemente me saludaba.

Hablando del rey de Roma, ahí estaba y creí que como siempre iba a huir pero está vez no me había visto, estaba hablando con uno de sus amigos y como buen chismoso me escondí para que ninguno de los dos me viera así que pude escuchar su conversación o parte de esta, total una vez al año no hace daño, pero yo ya llevo muchas, da igual.

— ¿Crees que le guste?

— Yo creo que sí, en que te fuiste a meter.

— No lo se, solo no quiero que se entere.

¿Qué se entere quien?, uy, información valiosa, que interesante, que bueno que soy un chismoso.

— Pero no son nada, ¿O si? — pregunto el inútil de su amigo.

— No, aún, pero no puede enterarse de esto, espero que con esto me perdone — perdonarlo de que, esto se está poniendo bueno.

— Eso espero, bueno mucha suerte.

— Claro.

— Nos vemos Artem — ahora sí me tenía que esconder porque venía para acá.

— Nos vemos.

Tengo una idea, voy a finjir que acabo de llegar y que venía a buscar a Artem, soy un genio pero no para las matemáticas, salí de mi escondite y me acerque a Artem.

— Hola, ¿Estában hablando de algo importante?, porque si es así me puedo ir — mentí.

— Hola, pequeño, puedes quedarte ya terminé de hablar con él.

— Vale, ¿De qué hablaban? — pregunté porque obviamente necesitaba el chisme completo.

— De nada, es mejor que regrese a mis clases, nos vemos.

— Espera, antes de que te vayas tú y yo tenemos que hablar.

— ¿Tiene qué ser aquí?

— Si quieres aquí y si no, nos podemos ver en algún lugar, pero sin que te vayas o te escondas.

— Vale, te parece en el parque.

— A la hora de siempre y sin que te vayas, ¿Entendido?

— Que si, ahora me puedo ir.

— Si — dije sonriendo.

★★★

Eran las 6 de la tarde y como siempre era la hora en la que nos veíamos Artem y yo, está vez no me evito y llegó como habíamos quedado.

— Artem, quiero que me seas sincero, ¿Hice algo o ocurrió algo entre nosotros para qué estés así conmigo?

— ¿Qué?, no claro que no, tu no hiciste nada malo, tampoco ocurrió nada malo, tranquilo.

El parque de las mariposas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora