El parque de las mariposas

Epílogo

Seguí en la llamada con Narel justo después de que me pidió que me fuera a sentar en algún lugar porque lo que tenía que contarme era algo largo.

— Ya que has tomado asiento o eso es lo que espero quiero contarte algo.

— ¿Qué es lo que planeas? — dije con odio.

— Tranquilo Artem, primero que nada, lo siento.

— ¿Lo sientes?

— Si, Artem se que te he tratado mal a ti y a Auritz, no se lo merecían pero ya habrá tiempo para disculpas, quiero decirte algo que hará que cambies de opinión.

— Habla ahora, por favor.

— Antes que nada, no tomes ese vuelo, te arrepentirás como yo lo hice, ayer en la noche justo después de que terminara de llamar contigo me visitó Adhara, venía con su esposo y al ver lo felices que eran me di cuenta que no era motivo para odiarte, yo sufrí con mi matrimonio y sin darme cuenta estaba haciendo lo mismo con mi hija, ella hizo que me diera cuenta que ya se había enamorado y que tratar de que te amara a ti era inútil, durante toda la noche no pude dormir, sentía culpa de que por amenazarte dejaras a ese chico tan especial.

— Es lo que estoy por hacer.

— Escúchame bien jovencito, vas a ir a su casa y regresaras a su lado, nuestro trato queda cancelado, no pienso hacerle nada a nadie, no podría, nunca planee hacerle algo a Auritz, pero el miedo que tenías a que saliera lastimado hizo que creyeras que si, como te dije el trato se cancela.

— Es una broma, ¿Verdad?

— No bromeariá con algo así, nuestro trato está cancelado, ahora sí te quieres ir es tu decisión, pero si no ve con él, lo amas, él te ama, sean felices juntos.

— Gracias.

— Pero apresurate, está por tomar un tren hacia alguna parte que no se, te mandé refuerzos, cuídate, querido.

— Gracias por todo, Narel.

— Ya hablaremos otro día, ahora ve y recupera a tu verdadero amor.

Narel colgó la llamada y vi que tanto Adhara como su esposo entraban al aeropuerto, supongo que esos eran los refuerzos ya que en cuanto me vieron se acercaron a mí.

— No tenemos tiempo, yo me llevaré tu equipaje en un taxi tú ve con Dorian — me dijo ella.

— Artem, tenemos que irnos ahora o no veras a tu novio en meses.

Fui con Dorian y al salir del aeropuerto vi que habían llegado en su auto, al entrar en el me explico que Adhara haría todo para traer las maletas y que no me preocupe por eso, comenzó el viaje de regreso, no iría directo a casa iría a la estación de trenes, había muchas así que le mandé un mensaje a Auritz.

Artem:

¿Dónde estás?

Auritz:

No es de tu incumbencia, pero como se que no
podrás buscarme estoy en la estación de tren,
iré directo a casa de mis padres.

Artem:

¿Falta mucho para que salga el tren?

Auritz:

Media hora, ya no quiero que me vuelvas a hablar,
nos vemos.

— Dorian, tenemos treinta minutos, no se a que estación fue, llévame a la que está más cerca del centro de la ciudad, por favor.