𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑖𝑠

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Ella sabía perfectamente que ésto no era fácil.

Vivir en las calles desde pequeña no era algo de lo que hablaba con orgullo.

Mucho menos se creía mejor por aquello.

Pues los que verdaderamente conocieron el hambre, la angustia, el miedo y la soledad que abunda en las calles saben que en ésta misma puedes perder hasta la vida en tan solo unos segundos.

Dónde no tienes a nadie más que tú mismo.

Y dónde a nadie le importará tu existencia, aún después de pasar a mejor vida.

Era triste, más de una vez deseó acabar con su vida para terminar su sufrimiento.

Pero, una vez más

Su blando corazón no se lo permitía.

Veía a Izana llorar por ella luego de su partida, tal y cómo ella lloró con la de su madre, que aunque no fue la mejor, se ganó su corazón.

La cobardía de su hermana cuándo era más pequeña era algo que izana agradecía de cierta manera.

Porque sin esa cobardía, ella ya no estaría aquí con él.

Sin embargo.

Su hermana ya no es la misma niña que antes. Ahora es una mujer echa y derecha.

Una mujer difícil de afrontar, mucho más de intimidar.

Alguien que a Izana siempre le resultó fascinante.

Porqué aunque sus manos eran delicadas, eran frías, aunque eran suaves, estaban machadas de sangre.

Y aunque eran inquietas, daban tranquilidad.

Cómo alguien podía ser tan paciente y suave, pero a la vez aterrador?

Aunque sea juzgada por su alrededor constantemente, su semblante se mantenía firme. Porqué es fácil opinar cuándo tú no eres el que sufre.

Noches enteras sin dormir ni pegar un ojo, temiendo más por la vida de su hermano que por la suya misma.

Se la pasaba de rodillas suplicándole a su madrastra que deje a Izana dormir en la casa.

A cambio de ella pasar la noche en la calle.

Esfuerzo y estrés constante por brindarle una buena vida a sus seres queridos.

Esfuerzos que Izana no comprendió hasta hace poco.

.

Pero ya no más.

Sus rodillas estaban cansadas de suplicar.

Y sus plegarias decidieron callar.

Ella también era un ser humano, ella también sentía.

Pero al parecer este mundo todavía no se daba cuenta de ello.

Se encargaría de hacérselo saber.

Se encargaría de hacérselo saber

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•𝘈𝘛𝘌𝘕𝘌𝘈• - 𝚕𝚊 𝚍𝚒𝚘𝚜𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚐𝚞𝚎𝚛𝚛𝚊 𝚓𝚞𝚜𝚝𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora