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—Mierda, le va a pasar— dije nerviosa al ver como el Red Bull iba detrás de Hamilton.
—No podrá, hay bandera amarilla en ese sector— dijo Wolff a mi lado —¡Bien!— alzó la voz al ver que efectivamente no logró pasarle.
—¿Fue por ese que se quedó fuera de pista no?— pregunté discretamente a Wilson y este asintió.
—Si—
—¿Significa que ganará el sexto campeonato?— pregunté.
—Si— dijo sin despegar la vista de la pantalla —Venga. La llevaré a que vea de primera mano la victoria de ambos— dijo sonriendo.
Quité mis audífonos y me levanté de la silla con rapidez y Toto me miró preocupado pensando que algo me pasaba.
—¡Blair!, ¿A dónde vas!— gritó mientras yo corría con Wilson.
—¡A ver mejor la victoria!— grité riendo.
Llegamos a la malla y segundos después el Mercedes de Bottas pasó delante mío cruzando la meta a una velocidad increíble seguido de Hamilton.
—¡SIIIII!— gritamos Wilson y yo emocionados al ver como ambos habían ganado.
La multitud comenzó a gritar emocionada debido a los resultados provocando así que la emoción aumentara.
Todo el equipo de Mercedes brincaba y se abrazaban unos a otros festejando la victoria.
—¿Quiere ir al corralito?— preguntó y yo fruncí el ceño.
—¿Qué es eso?— grité riendo debido al ruido de todo el circuito y los autos cruzando la meta.
—A recibir a los pilotos, luego esperamos que sean premiados— respondió y dudé.
—¡Blair!— gritó Toto al otro lado mirándome con una sonrisa y sin importarme corrí hacia él lanzándome a sus brazos y este me sujetó con firmeza dándome unas vueltas en el aire y reí emocionada.
—¡Felicidades!— exclamé emocionada.
Sin pensarlo, besé sus labios olvidando por completo que podrían captarnos ya que Mercedes era el ganador.
Cuando me bajó, me alejé de él con miedo a su reacción y este comenzó a reír atrayéndome a él para abrazarme con fuerza.
—¡Mis chicos ganaron, Blair!— gritó emocionado.
—Me alegro mucho— dije con sinceridad.
Al ver como todos corrían a recibirlos me dio un poco de miedo ser pizoteada por todos los hombres así que le hice saber a Wilson que no iría y antes que Wolff se fuera, le dije que esperaría en boxes.
Los minutos pasaron al igual que los himnos. La premiación comenzó y desde lejos observé como estos se bañaban en champaña.
Me fui con Wolff hacia el motorhome para descansar un poco antes de que estos regresaran al salón de entrevistas.
