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Enero 16, 2021 Mónaco
—Estaba pensando...— escuché la voz de Toto y volteé a verlo por lo que pausé la acción de insertar el tenedor en la verdura para darle toda mi atención —En que... sería bueno ir a visitar a tus padres— pronunció y yo fruncí el entrecejo.
—¿No tienes que ir a la fábrica?— pregunté confundida.
—Si—
—¿Entonces?—
—Pensé que podría gustarte la idea. No los ves desde que fuimos a Italia— tomó la copa y comenzó a beber.
Nos encontrábamos cenando con unos amigos de él en un restaurante cerca del casino en donde habíamos pasado demasiado tiempo por lo que se tomó la decisión de cerrar el grato encuentro con comida.
Para ser honesta, había notado un poco distraído a Wolff durante estos últimos días desde que regresamos a Mónaco luego de unas mini vacaciones en Suiza. Cosa que me pareció muy extraño viniendo de él, debido a que jamás había visto algo como eso durante todo el año que estuvimos juntos.
—¿No es así, Wolff?— escuchamos que lo mencionaban, por lo que dejamos de vernos y dirigir la mirada hacia el hombre que estaba frente a nosotros.
—Lo siento, no te he escuchado— dijo este un poco nervioso —¿Decías?—
—Que hace dos años nosotros arrasamos en Las Vegas juntando demasiado dinero—
—Y no sabíamos qué hacer con tanto efectivo en mano— soltó una risa llevando el vaso a su boca.
—¿Y qué lo hicieron?— preguntó la hija de su amigo que recientemente se había unido junto a su hermano.
—Lo donamos— respondió Wolff dejando el vaso sobre la mesa.
—¿Lo donaron?, ¿a dónde?—
—A un refugio de ancianos y lo otro a una de animales—
—¿Fueron ustedes? — pregunté incrédula.
—Si— respondió el hombre frente a mi —¿Cómo te enteraste? Básicamente era un secreto—
—¿Bromeas? ¡Todo Estados Unidos se enteró! — exclamé —Bueno, no tan así— solté una risilla mientras bebía un poco de la champaña —Pero en el New York Times salió que unos individuos dejaron dinero frente a dos refugios deseándoles lo mejor y que más les valía comprar de la mejor comida a los animales y servirles a los ancianos comida hecha por un chef profesional— reí recordando lo que había leído, provocando así, que todos rieran en la mesa, en especial los responsables —Fue noticia en el periódico de Harvard— dije tocando la mano de Wolff y sentí como su cuerpo se tensó.
—Haciendo historia en Harvard— dijo el hombre con orgullo —¿Tienes o puedes conseguir esa noticia? Me encantaría leer mi acción en el periódico de una de las más prestigiosas universidades—
